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Actividades para trabajar la empatía en el aula

Chica con cinta en los ojosObjetivos:

  • Conocer qué es la empatía y para que nos sirve empatizar.
  • Saber cómo empatizar.
  • Darse cuenta de lo importante que es para todos sentirnos escuchados y comprendidos.

Actividades:

1. Breve explicación.

La profesora explica qué es y qué no es empatía, para qué nos sirve y cuáles son los pasos a seguir para empatizar.

2. Rueda de la empatía.

  • Todos en círculo. Cada uno le cuenta al compañero de la derecha algo que le ha pasado y le ha provocado una emoción muy intensa, ya sea agradable o desagradable (puede ser inventado).
  • El compañero deberá empatizar con él/ella.
  • Después, el que ha empatizado será el que le cuente algo a su compañero de la derecha, y así sucesivamente hasta completar la rueda.

3. Reflexión final.

Reflexionar sobre cómo se han sentido cuando han empatizado con ellas/os y lo importante que es sentirnos comprendidos.

Poner en común los beneficios que tiene ponernos en el lugar del otro.

Actividades para trabajar la asertividad en el aula

Objetivos:

  • Conocer los tres estilos de comunicación (Ratón-Delfín-Piraña) y qué consecuencias tiene a corto y largo plazo en nuestra relación con los demás.
  • Reflexionar sobre cuál nos identifica más en diferentes contextos.
  • Darse cuenta de que lo mejor es actuar como delfín (asertivo).
  • Saber que todos tenemos un poco de cada y que se puede aprender a ser cada vez mas delfín.
  • Saber qué es la comunicación no verbal y cómo la utilizamos en cada uno de los estilos.

Actividades:

  1. Tormenta de ideas: En la pizarra se van anotando lo que hacen, piensan y sienten las personas ratones, pirañas y delfines y se reflexiona sobre las consecuencias que esto tiene a corto y a largo plazo para ellos y para las personas que les rodean.
  2. Yo me veo más…: Se hace una ronda por todo el grupo donde cada uno/a dice con qué estilo se siente más identificado/a, en qué contexto y con qué personas.raton
  3. Trabajando la comunicación no verbal. La profesora explica que aparte de comunicarnos con lo que decimos lo hacemos con el tono de la voz, la postura, los gestos, la expresión facial, los movimientos… Luego, todos de pie, representan cada uno de los tres estilos sin hablar, utilizando únicamente la expresión corporal. Una vez captada la correcta representación de cada estilo van haciendo, de uno en uno, un desfile por la clase. Al terminar se trabaja la voz repitiendo la misma frase como ratón, piraña y delfín.
  4. Reflexión final. La profesora pregunta quién quiere ser un poco más delfín y les explica que a ser delfín se aprende y es lo que vamos a trabajar a lo largo del taller. Aprenderemos a: escuchar, ponernos en el lugar del otro, decir no, hacer y recibir críticas, afrontar la hostilidad del otro de manera no violenta, sentir menos vergüenza…

Para fomentar la autoestima y la cohesión: dinámica de grupo “El abanico”

El abanico es una de mis dinámicas de grupo preferidas. La he llevado a cabo con grupos muy diferentes (adolescentes con trastorno de conducta en centro socioeducativo, mujeres gitanas en un grupo de alfabetización, niños y niñas de 8 a 11 años, profesionales de ámbito de la educación…) y en todos ha funcionado genial. Es sorprendente el buen sabor de boca que deja una dinámica tan sencilla.

Os animo a que la pongáis en práctica con vuestra familia.

Objetivos:

  • Comprobar los efectos que tienen los halagos en nosotros mismos y en los demás.
  • Darse cuenta de que estamos centrados en los errores y en las críticachica con paraguass a nosotros mismos y a los demás.
  • Fomentar la cohesión y las emociones positivas en el grupo.

Actividades:

  1. Breve explicación.

La profesora pregunta si en el día a día nos fijamos más en los aspectos positivos o negativos de los demás y de nosotros mismos. Tras concluir con la necesidad de halagarnos más a menudo se dará paso a la siguiente actividad.

2.  El abanico

Se colocan las mesas en rectángulo de tal manera que todos/as nos veamos. Se reparte un folio a cada niño/a. Es preferible que el adulto también participe. Cada uno/a pone su nombre en la parte inferior del folio. Cuando el profesor/a cuenta hasta tres se pasa el folio al compañero/a de la derecha. Todos/as tendremos el folio de otro/a. Habrá que escribir tres aspectos positivos del dueño del folio, puede ser algo que nos guste de su aspecto físico, de su forma de ser, algo que se le dé bien hacer… Al terminar se dobla el folio tapando lo que acabamos de escribir como si fuera un abanico. El profesor/a vuelve a contar hasta tres y se vuelve a pasar el folio hacia la derecha. Se vuelve a hace lo mismo con el folio que nos llega de otro/a compañero/a y así sucesivamente hasta que nos llega nuestro folio. Lo desdoblamos y leemos lo que los demás han escrito de nosotros. Quien lo desee podrá  leerlo en alto delante del grupo.

3.  Reflexión final.

 Se pone en común como nos hemos sentido y se retoma lo explicado al comenzar la sesión.

 

Cómo prevenir las discusiones navideñas

Los erizos en los días de frío buscan la distancia óptima en la que acercarse los unos a los otros para poder darse calor sin pincharse con las púas. Me encanta este símil de Schopenhauer para ilustrar el difícil arte de convivir con nuestros seres queridos. No hemos elegido ni a nuestra familia de origen, ni a nuestra familia política, así que lo único que está en nuestra mano es encontrar esta distancia ideal en la que sentirnos arropados sin llegar a pincharnos.

Cuando llegan estas fechas, siempre recuerdo el divertido comentario de un buen amigo: “¿Cómo vas a pasar estas fiestas? ¿bien o en familia?”

campanas de navidadAunque tengamos la suerte te tener una familia unida y sin graves problemas, las comidas y cenas navideñas cuentan con muchos ingredientes para mermar nuestra paciencia y convertirse en el caldo de cultivo de discusiones y desencuentros:

  • Preparar una comida especial suele generar estrés en el anfitrión. Puede temer no estar a la altura, que las cosas no le salgan como quiere o en el tiempo previsto…
  • En los invitados puede surgir una cierta tensión por estar en una casa que no es la suya.
  • El reparto desigual de las tareas puede ser fuente de conflicto.
  • La comida o cena se puede convertir en una obligación, y que haya personas que vayan sin querer ir, con el malestar que esto conlleva.
  • En estas fechas suelen aflorar los sentimientos de pérdida por las personas que ya no están con nosotros. Estamos más sensibles y susceptibles.
  • Las cuestiones ambientales también influyen en que estemos más irritables. Suele hacer más calor y tenemos menos espacio del habitual.
  • Cambiamos nuestros hábitos y rutinas, y lo que puede resultar más perturbador, también las de los niños.
  • El alcohol juega un papel clave a la hora de encender la mecha de una discusión fuera de tono.

Los conflictos en los grupos de personas son naturales, muy comunes e incluso buenos, pero para evitar perder los papeles en estas fechas podemos tener en cuenta las siguientes pautas:

  • Si eres el anfitrión, ten muy claro que no existe la “Comida o cena perfecta”, hagas lo que hagas, a unos les parecerá genial, y a otros no tanto. No dudes en delegar y pedir ayuda. Jerarquiza y prioriza las tareas para no agobiarte.
  • Cada familia tiene sus normas y valores, y es fundamental ser respetuoso con ellas.
  • Si estás triste no te castigues por ello, es muy normal en estas fechas.
  • No aproveches la mesa para comentar lo que te molesta de alguno de los comensales, las críticas mejor hacerlas en privado y en condiciones más favorables.
  • Podemos aspirar a tener cierto control sobre lo que hacemos, pero pretender tenerlo sobre el comportamiento de los demás, tal vez sea demasiado pretencioso. Es inútil sentirse culpable o responsable de lo que hacen otros adultos.
  • Si vas a compartir mesa con alguien que no te gusta, haz el esfuerzo de ponerte en su lugar y prestar atención a sus aspectos positivos. Tal vez te sorprenda.
  • Duerme y cuida tu descanso. Puede parecer algo trivial, pero es clave para fortalecer nuestra paciencia.

Cómo ayudar a alguien que está triste o deprimido

Sentimos tristeza ante la pérdida de algo que consideramos valioso. Puede tratarse de la muerte de un ser querido, una ruptura sentimental o un despido. Pero también, surge cuando lo que perdemos es la idea que tenemos de nosotros mismos o de los demás, ya sea por humillaciones, derrotas o decepciones.

Es muy importante comprender que todas las emociones son útiles y necesarias.

La tristeza nos motiva a la no acción. Estamos apáticos, sin ganas de nada. Pero, ¿en qué nos ayuda todo esto? Aunque resulte difícil ver la utilidad de la tristeza, esta tiene una doble función:

  • Por un lado, nos ayuda a adaptarnos a la nueva situación. Nos obliga a parar, para que podamos darnos cuenta de los recursos con los que contamos de ahora en adelante tras la pérdida.
  • Y por otro lado, facilita, a través de la empatía, el apoyo de los demás.Chica triste de espaldas b y n

 Y tú, ¿Qué haces para ayudar a una persona cuando está triste?

Supongo que llevado por el sentido común y la buena intención le intentarás animar, consolar, alegrar. Para ello puedes:

  • Enumerarle una serie de razones por las cuales no debería estar triste: tienes buena salud, hay quien está mucho peor, tienes a gente que te quiere…
  • Darle consejos del tipo, disfruta de la vida, sal a divertirte, disfruta de las pequeñas cosas, tienes que ser fuerte, hazlo por tus hijos, tus padres…
  • Y también, puedes quitarle importancia y relativizar su situación: no te preocupes, no vale la pena, no es para tanto, hay cosas mucho más importantes…

Bueno, pues si es así, NO LO HAGAS.

Todos estos mensajes pueden ser un gesto de solidaridad, amistad y amor, pero si se convierten en una orden,  en una especie de obligación, podrán llevar a la persona a retener, más que a dejar ir, a la tristeza. El mensaje que le transmitimos sería algo así: “No se debe, no puedes, no es normal, no es aceptable estar triste”.

En consecuencia intentará erradicar la tristeza consiguiendo que se intensifique e intentará forzar la alegría haciendo que resulte imposible.

Entonces ya no solo estará triste, sino que también estará triste por estar triste. Lo que en un principio era tan solo una tristeza sana y pasajera se mezcla ahora con sentimientos de fracaso, maldad e ingratitud con respecto  a aquellos que le quieren y se esfuerzan tantísimo por ayudarle.

Ya sabemos que no hacer, pero ¿cómo podemos ayudar?

  • Con la simple presencia: escuchando, abrazando, estando ahí…
  • Aceptando la tristeza de manera natural y haciéndole ver que no es un signo de debilidad.
  • Y si la tristeza se ha enquistado, lo más conveniente será hacerle ver la necesidad de acudir a un especialista.

4 Habilidades básicas para hacer amigos en el colegio

nina tras hoja rojaComo expone Díaz-Aguado (1996), para hacerse amigos desde el comienzo de la escuela primaria el niño debe manejar cuatro habilidades básicas:

1. Llevarse bien al mismo tiempo con adultos y con iguales. Los niños más aceptados por sus compañeros consiguen hacer compatible su relación con tareas y profesores con la solidaridad hacia sus compañeros.

2. Colaborar e intercambiar el estatus. Las relaciones simétricas (entre iguales) conllevan la continua renegociación de papeles asimétricos (quién controla o dirige a quién en cada momento). Esta situación supone incertidumbre y causa ansiedad al niño rechazado. Los niños que tratan continuamente de controlar, de dirigir a otros niños, suelen ser rechazados por sus iguales. Estos niños suelen tener dificultades para colaborar, no piden información a sus compañeros y tratan con frecuencia de llamar la atención sobre sí mismos, en lugar de centrarse en la tarea. La capacidad para colaborar intercambiando los papeles de quien manda y quien obedece se adquiere sobre todo entre compañeros que se consideran mutuamente amigos. De ahí la importancia que tiene conseguir que todos los niños tengan al menos un buen amigo entre sus compañeros, con el que desarrollar estas importantes habilidades sociales.

3. Expresar aceptación: el papel de la simpatía. Los niños que más refuerzan a sus compañeros, suelen ser los que más refuerzos reciben. Esta simpatía recíproca hace que al niño le guste estar con sus compañeros y pueda desarrollar su inteligencia social y emocional. Por el contrario, los niños que son rechazados por sus compañeros suelen expresar con frecuencia conductas negativas hacia ellos y recibir conductas similares de los otros niños. Esta antipatía recíproca suele provocar una escalada que hace que las conductas negativas aumenten con el paso del tiempo.

4. Repartir el protagonismo y la atención. Uno de los bienes más valorados en las situaciones sociales es la atención de los demás. Comprenderlo y aprender a repartirla de manera ajustada es una de las más sutiles habilidades sociales. Cuando un niño trata de entrar en un grupo ya formado podemos observar que:

  • Los niños más aceptados por sus compañeros suelen adaptar su comportamiento a lo que el grupo está haciendo sin tratar de acaparar la atención de los demás ni interferir con lo que hacen, comunicándose con ellos de forma clara y oportuna.
  • Los niños que suelen ser rechazados, por el contrario, manifiestan menos interés hacia los otros niños, suelen hacer comentarios irrelevantes, expresan frecuentemente desacuerdo, suelen ser ignorados por el grupo, e intentan llamar la atención sobre sí mismos.

 

Desarrollo social en la infancia y la adolescencia

El desarrollo social es un proceso de adquisición progresivo de conductas, hábitos, normas y reglas, y actitudes sociales por parte de los miembros de la sociedad con el fin de integrarse en ella.

Las habilidades sociales juegan un papel importante en el desarrollo óptimo de la socialización en la infancia y la adolescencia y permiten mejorar las formas de relacionarse y lograr una satisfactoria socialización.

“Desde la más temprana infancia los niños, adolescentes y jóvenes adquieren el orden social imperante en el seno de su sociedad a través del Proceso de Socialización; proceso por cuyo medio a la persona se le enseña a interiorizar, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, a que los integre a la estructura de su personalidad bajo la influencia de adolescenes con monopatin al atardecerexperiencias y de agentes sociales significativos y a que se adapte así a su entorno social, en cuyo seno debe vivir. La primera infancia es el periodo más intenso de sociabilización, aunque este proceso continúa a lo largo de toda la vida del individuo” (González y Bueno, 2004, pp. 347-348).

Podemos diferenciar tres procesos básicos de socialización:

  • Adquisición de conductas prosociales. Este proceso implica la interiorización progresiva de creencias, normas y valores propios de la cultura de referencia y constituye el desarrollo de la ética social.
  • Adquisición de conocimientos y habilidades sociales para lo que se hace necesario un correcto desarrollo cognitivo-social.
  • Adquisición de actitudes de sociabilidad, como fruto del desarrollo afectivo-social.

 

Entrevista a Mónica Manrique en Ràdio 9-Rtvv: “Una madre se pone en huelga doméstica para que sus hijas ayuden en casa”

Ayer por la tarde se pusieron en contacto conmigo desde Ràdio 9-Rtvv para comentar una noticia en directo:

Una madre se pone en “huelga doméstica” para que sus hijas ayuden en casa.

  • Dejó de poner lavadoras, limpiar platos, recoger toallas o preparar comida para llevar para que las niñas se dieran cuenta de que debían colaborar en las tareas del hogar.
  • Seis días duró el experimento hasta que al final las jóvenes de 13 y 10 años reaccionaron.

 

La iniciativa de la madre me parece buenísima, no podemos pretender que las cosas cambien haciendo siempre lo mismo.

Esta madre, con su huelga, ha movilizado la motivación intrínseca de sus hijas. La motivación por limpiar y recoger ha salido de ellas mismas, cuando han visto la necesidad de hacerlo. Motivar con premios y castigos solo resulta eficaz cuando el adulto está delante, y a veces ni eso.

Es peligroso sobreproteger a los hijos haciendo las cosas por ellos, porque les impedimos que desarrollen sus recursos y capacidades.

Antes de llevar a cabo una empresa como esta, es conveniente medir bien las fuerzas. Porque una vez que empiezas hay que ir hasta el final.

Esta madre con su esfuerzo ha hecho mucho por sus hijas.

Puedes escuchar la entrevista pinchando aquí a partir del minuto 37 y 37 segundos.