¿Cómo reconocer una conducta asertiva?

Todos tenemos conductas que pueden ser clasificadas como asertivas, agresivas o sumisas.

Dependiendo de cuál de las tres sea la más habitual en nosotros, podremos decir que tenemos un estilo: asertivo, agresivo o sumiso.

No debemos olvidar, que nuestra manera de actuar está muy influenciada por el contexto y por las personas con las que interactuamos.

Por un lado, una persona con un estilo inhibido o sumiso:

Por miedo a ofender, enfadar, molestar, hacer el ridículo o generar conflictos:

  • No se atreve a defender sus objetivos y necesidades.
  • No da su opinión, ni expresa sus emociones.
  • Y no es capaz de pedir ayuda.

Podríamos decir que respeta a los demás pero no se respeta a sí mismo.

A corto plazo consigue no generar conflictos. Pero a largo plazo:

o   Su autoestima se ve dañada y resultan poco atractivos a los demás. Hacen sentir a los otros culpables o superiores.

o   Además pueden sufrir ansiedad y problemas somáticos.

o   Es muy común alternar este estilo con explosiones de ira descontrolada.

En el otro extremo tendríamos el estilo agresivo:

  • Son personas que defienden en exceso sus derechos e intereses, sin tener en cuenta los de los demás.
  • Piensan que si no se comportan de manera agresiva serán excesivamente vulnerables.
  • Lo sitúan todo en términos de ganar-perder y se rigen por la ley de dominio-sumisión. O piso o me pisan.

Es verdad, que a corto plazo, consiguen lo que quieren de los demás y se sienten poderos y fuertes. Nadie se atreve a criticarles de forma directa por miedo.

Pero las consecuencias a largo plazo son nefastas:

o   Los demás se alejan o siguen a su lado sólo por miedo.

o   Su autoestima baja todavía más y sienten ansiedad y culpabilidad.

Por último, el estilo asertivo se caracteriza por:

  • Buscar la forma de conseguir sus objetivos sin dejarse llevar por las emociones del momento.
  • Expresa de forma clara y concreta sus deseos o necesidades siendo siempre respetuoso con los demás.
  • Sabe:

o   Hacer críticas sin ofender y también recibirlas.

o   Decir no.

o   Afrontar la hostilidad del otro sin “entrar al trapo”.

o   También es capaz de identificar sus emociones y expresarlas.

¿Y qué consecuencias tiene el comportamiento asertivo?

o   Suelen conseguir sus objetivos y resuelven conflictos de forma adecuada.

o   Su autoestima se ve fortalecida.

o   Resultan atractivos a los demás y consiguen tener y mantener relaciones profundas y duraderas.

Lo bueno de la conducta asertiva es que se puede aprender y entrenar.