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¿Tu hijo/a está entrando en la adolescencia y no sabes cómo actuar?

¿Tenéis un/a adolescente en casa y andáis perdidos/as? Nuestra psicóloga, Mónica Manrique, nos cuenta cómo podemos ayudarles en el camino hacia la diferenciación que están atravesando, lo que les va bien y lo que no. ¿Qué tipo de padres/madres sois?

Adolescencia: el camino hacia la diferenciación

¿En qué consiste el proceso de diferenciación? La diferenciación es el proceso de desarrollo psicológico a través del cual los y las adolescentes van a dejar de ser criaturas dependientes para convertirse en personas adultas autónomas y responsables con identidad propia. En el camino hacia la diferenciación no solo van a cambiar nuestros hijos e hijas, también tendremos que cambiar nosotros y nosotras. Este proceso de cambio individual y familiar no es fácil y es muy probable que surjan tensiones y conflictos.

Cómo no ayudamos a nuestros hijos/as
Como bien dice Oscar Wilde: “Con las mejores intenciones se obtienen, la mayoría de las veces, los peores resultados.”…

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La familia como agente de socialización

  Conceptualmente la familia se define como un grupo primario unido fundamentalmente por vínculos consanguíneos y de afecto. Es considerada también como una institución básica y fundamental de la sociedad, orientada y organizada para responder y satisfacer los requerimientos de sus miembros, vinculándolos con el mundo social, posibilitando así la internalización, recreación y perpetuación de la cultura por medio del proceso de socialización.

La familia es un sistema fundamental para el desarrollo de los niños y adolescentes, sin olvidarnos de los grupos de iguales y la escuela como importantes agentes de socialización. Es en la familia donde se encuentran los primeros individuos que juegan un papel importante en el desarrollo social del niño y la niña. Los progenitores guían directa o indirectamente a sus hijos a adquirir las primeras habilidades que le serán de utilidad para relacionarse con los demás.

“La familia proporciona lo que consideramos condiciones óptimas para el desarrollo de la personalidad de los individuos jóvenes, por lo que se puede y se debe familia de patosdecir que la familia conyugal, no tanto la parentela, tiene entre otras funciones la de ser un buen instrumento para la transmitir las tradiciones, costumbre, usos y convicciones de una sociedad, a los recién nacidos y a las generación más jóvenes” (González, 1987, p. 53).

La influencia de las relaciones familiares son determinantes para el futuro desarrollo del niño y del adolescente. El estilo educativo de los padres, sus actitudes ante la vida, las mismas relaciones de los progenitores entre ellos, y su concepto de cómo deben ser educados los hijos, modulan el desarrollo efectivo y social del niño y del adolescente.

Desarrollo social en la infancia y la adolescencia

El desarrollo social es un proceso de adquisición progresivo de conductas, hábitos, normas y reglas, y actitudes sociales por parte de los miembros de la sociedad con el fin de integrarse en ella.

Las habilidades sociales juegan un papel importante en el desarrollo óptimo de la socialización en la infancia y la adolescencia y permiten mejorar las formas de relacionarse y lograr una satisfactoria socialización.

“Desde la más temprana infancia los niños, adolescentes y jóvenes adquieren el orden social imperante en el seno de su sociedad a través del Proceso de Socialización; proceso por cuyo medio a la persona se le enseña a interiorizar, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, a que los integre a la estructura de su personalidad bajo la influencia de adolescenes con monopatin al atardecerexperiencias y de agentes sociales significativos y a que se adapte así a su entorno social, en cuyo seno debe vivir. La primera infancia es el periodo más intenso de sociabilización, aunque este proceso continúa a lo largo de toda la vida del individuo” (González y Bueno, 2004, pp. 347-348).

Podemos diferenciar tres procesos básicos de socialización:

  • Adquisición de conductas prosociales. Este proceso implica la interiorización progresiva de creencias, normas y valores propios de la cultura de referencia y constituye el desarrollo de la ética social.
  • Adquisición de conocimientos y habilidades sociales para lo que se hace necesario un correcto desarrollo cognitivo-social.
  • Adquisición de actitudes de sociabilidad, como fruto del desarrollo afectivo-social.

 

Clases de juegos

Existen muchas clasificaciones de juegos atendiendo a numerosos criterios, pero nos centraremos en la que establece Piaget en función del tipo de pensamiento que tiene el niño en cada una de sus etapas evolutivas. Así, Piaget distinguió tres grandes tipos de juegos que aparecen según el niño va pasando de un estadío del pensamiento a otro más evolucionado como estructuras cognitivas que se van superponiendo.

Piaget en su Teoría del desarrollo del juego distingue entre:

Juegos de ejercicio: Son los primeros que realiza el niño. En ellos se repite una y otra vez una acción por el placer de los resultados inmediatos. Estos le pueden ofrecer experiencias auditivas, visuales, táctiles, cara de jugueteolfativas, gustativas, de movimiento o de manipulación.

Juegos simbólicos: Aparece sobre los 18 meses-2 años. El niño atribuye toda clase de significaciones, más o menos evidentes, a los objetos: simula acontecimientos imaginarios; interpreta escenas verosímiles por medio de roles y de personajes ficticios y reales. Es el juego de “hacer como si…”, de la imitación de los adultos, es el juego de las muñecas, de papás y mamás, de jugar a médicos, tiendas, coches…

El juego de reglas: Aparece sobre los 6-7 años. Son los juegos en los que existen una serie de reglas o normas que los jugadores deben conocer y respetar para conseguir el objetivo previsto. Aunque son considerados familiarmente como juegos de mesa, no se reducen a éstos, ya que también son juegos de reglas los deportivos, de estrategia, de reflexión…

Juegos de construcción o ensamblaje: Se dan paralelamente a los otros tipos de juegos. Son aquellos que incluyen piezas para encajar, ensamblar, apilar, coser, juntar, etc. Se dan cuando el niño se fija una meta – la de construir – y con un conjunto de movimientos, de manipulaciones o acciones suficientemente coordinadas, la consigue.

Cómo crecen nuestros hijos: de los 5 a los 6 años

nina mirando medio pastelLos cinco años es una edad en la que se afianzan muchas habilidades motoras desarrolladas desde el nacimiento. Se siente seguro de sus posibilidades y conoce cuáles son los riesgos que puede asumir. Tiene conciencia de peligro.

Ha interiorizado su esquema corporal, es decir, su ubica a sí mismo con respecto al espacio y a los objetos: arriba-abajo, adelante-atrás, izquierda-derecha y diagonales.

  • Esto le permite establecer relaciones espaciales en el plano gráfico.
  • Su conocimiento del esquema corporal se refleja en los dibujos de la figura humana y en el amplio vocabulario referente al tema.
  • Nombra cada una de las partes del cuerpo y expresa cuál es su función.

Su pensamiento aun no es reversible, es decir, no puede comprender los procesos de transformación. Por ejemplo, al observar verter un líquido de un recipiente alto y delgado a otro bajo y ancho, asumirá que el primer envase tenía más líquido, debido a que su altura es mayor.

Su pensamiento simbólico se ha desarrollado: puede elaborar conceptos sobre la función de los objetos y pensar con antelación lo que va a realizar y expresarlo con palabras.

En esta etapa se alcanzan numerosos logros relacionados con el pensamiento lógico-matemático.

  • El niño puede seguir diferentes tipos de series e inventar las suyas propias, clasificar objetos por su forma, tamaño, color, establecer relaciones de espacio y tiempo, de causalidad y de correspondencia término a término.
  • Asocia el número con la cantidad hasta el diez e inicia la escritura de los numerales.

Otro gran logro de esta etapa es el desarrollo de la representación gráfica de ideas y palabras.

  • Puede escribir su nombre y apellidos e identificarlo en carteles.
  • Posee un gran interés por el aprendizaje de la lectura y escritura y disfruta mucho con los cuentos infantiles.

Es seguro, activo, independiente y perspicaz. Establece fuertes lazos de amistad con sus amigos, disfruta de los juegos en grupo y comprende las reglas lúdicas. Ante una diferencia, puede razonar y dialogar antes que reaccionar de manera violenta. Poco a poco, se vuelve más independiente de sus padres y es capaz de pasar tiempos prolongados en compañía de otros niños.

  • VVAA. (2003):“Autonomía personal y salud”. Editorial Altamar, Barcelona.
  • J. Palacios (1990): “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza Psicología
  • M.C. Ordoñez Legarda,A. Tinarejo Miketta: “Estimulación temprana: Inteligencia emocional y cognitiva” Tomo I de 0 a 1.

Cómo crecen nuestros hijos: de los 4 a los 5 años

El cuarto año de vida constituye una etapa muy importante para el inicio del aprendizaje formal.

El niño de cuatro años tiene una locomoción muy coordinada y posee un buen sentido del equilibrio y control de movimientos en espacios reducidos. Todo el proceso de maduración neurológica y física de los años anteriores desemboca ahora en destrezas de movimientos finos para el manejo del lápiz, las tijeras, las agujetas y el pincel.

El niño posee un vocabulario amplio y emplea expresiones verbales nino tumbado en las hojas de otonopropias de su cultura, expresa su pensamientos con oraciones compuestas, está en capacidad de aprender a través de las palabras y entiende nociones espacio – temporales como antes-después y hoy-mañana. También puede establecer relaciones de causa-efecto y de orden (primero, segundo…).

Una característica de desarrollo del niño de cuatro años es su deseo e interés por aprender. Le gusta investigar los fenómenos de la naturaleza y el funcionamiento de objetos y máquinas que tiene a su alcance.

Posee un mayor tiempo de atención y concentración lo que le permite escuchar explicaciones verbales del adulto.

Esta es una etapa crítica para el desarrollo del pensamiento lógico-matemático. A partir de la manipulación de objetos establece relaciones de cantidad, inclusión, seriación y clasificación. Puede establecer relación entre el número y la cantidad de cero a cinco.

En lo que respecta al desarrollo socio-emocional, el niño de esta edad es muy sensible y solidario con las personas que le rodean. Tiene la capacidad de esperar su turno, compartir sus juguetes con un amigo, participar en juegos reglados y formar parte de un grupo de iguales.

  • VVAA. (2003):“Autonomía personal y salud”. Editorial Altamar, Barcelona.
  • J. Palacios (1990): “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza Psicología
  • M.C. Ordoñez Legarda,A. Tinarejo Miketta: “Estimulación temprana: Inteligencia emocional y cognitiva” Tomo I de 0 a 1.

Cómo crecen nuestros hijos: de los 3 a los 4 años

nina con pompasDe los 3 a los 4 años el niño se involucrará poco a poco en los juegos sociales y reglados, dejando así el juego en paralelo. Alcanzará grandes avances en todas sus áreas de desarrollo, pero seguirá requiriendo del cariño y aprobación de sus padres y educadores. En momentos manifestará retrocesos sobre logros ya adquiridos.

En este año ganará en su capacidad de equilibrio y coordinación de movimientos.

Su capacidad de expresión verbal se desarrollará de manera acelerada, gracias a la interacción con otras personas y debido al juego dramatizado en el que hablará y se responderá a si mismo.

En lo cognitivo, el niño experimentará una reorganización mental favorecida por el desarrollo del pensamiento simbólico. Aparecerá el juego verbalizado, dramático y de roles y su fantasía en el campo lúdico no tendrá límites. Participará por tiempos no muy prolongados en juegos de grupo y su autonomía seguirá afianzándose. Irá la baño solo, se vestirá sin ayuda y se interesará cada vez más por los otros niños.

 

  • VVAA. (2003):“Autonomía personal y salud”. Editorial Altamar, Barcelona.
  • J. Palacios (1990): “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza Psicología
  • M.C. Ordoñez Legarda,A. Tinarejo Miketta: “Estimulación temprana: Inteligencia emocional y cognitiva” Tomo I de 0 a 1.

Cómo crecen nuestros hijos: entre el segundo y el tercer año

El niño de 2 a 3 años se caracteriza por los importantes cambios que se evidencian a nivel de desarrollo motriz grueso y fino.

Al final de los 2 años articulará frases de seis palabras y será capaz de narrar sus experiencias de una manera más fluida y clara.

Desarrollará en este periodo nociones de cantidad y temporalidad.

nino con gorro andando en las hojas de otonoSe desarrollará aún más su capacidad de atención y memoria, con lo cual, podrá gozar de momentos más largos de juego y lectura de cuentos infantiles.

El avance en sus percepciones y nociones espaciales le permitirá interiorizar el concepto de grande, pequeño, arriba, abajo, con lo cual separará objetos de distintas dimensiones y los ubicará en el espacio.

  • VVAA. (2003):“Autonomía personal y salud”. Editorial Altamar, Barcelona.
  • J. Palacios (1990): “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza Psicología
  • M.C. Ordoñez Legarda,A. Tinarejo Miketta: “Estimulación temprana: Inteligencia emocional y cognitiva” Tomo I de 0 a 1.

Cómo crecen nuestros hijos: entre el primer y el segundo año

El niño empieza a caminar, y por tanto, a ganar en independencia para explorar el medio. Es una etapa marcada especialmente por logros motrices y por el alcance de destrezas socioafectivas, cognitivas y de lenguaje que permitirán al niño diferenciarse aún más del resto de personas y percibirse a sí mismo como un ser autónomo.

Las adquisiciones de lenguaje contribuirán al desarrollo de la autonomía pues será capaz de posponer su llanto para tratar de expresar verbalmente lo que desea. Narrará de manera breve algún suceso importante del día y dirá frases cortas, aunqunina con perro en carroe con limitaciones de sintaxis.

Hacia los 18 meses aparecerá el pensamiento simbólico, y con él el juego simbólico, actividad lúdica necesaria para experimentar y aprender a través de la acción.

Ganará en autonomía y autosuficiencia. Si a los 12 meses intentaba comer con sus dedos, utilizaba pañales y le tenía un gran temor a los extraños, a los 24 será capaz de manejar la cuchara, acercase más a los adultos y controlar de manera voluntaria los esfínteres. Todavía no tendrá un control nocturno de su vejiga por lo que los padres deberán asistirlo durante la noche.

Sentirá una creciente atracción por los otros niños y por los juegos sociales, aunque su pensamiento egocéntrico lo limitará en su aceptación de reglas lúdicas y en considerar la perspectiva de otros. Le gustará la compañía de niños de su edad, pero su juego seguirá siendo paralelo.

  • VVAA. (2003):“Autonomía personal y salud”. Editorial Altamar, Barcelona.
  • J. Palacios (1990): “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza Psicología
  • M.C. Ordoñez Legarda,A. Tinarejo Miketta: “Estimulación temprana: Inteligencia emocional y cognitiva” Tomo I de 0 a 1.

Cómo crecen nuestros hijos: el primer año

El primer año de vida se caracteriza por los grandes avances en todas las áreas del desarrollo. Las actividades predominantes serán las sensoriales y las motrices.

En unos pocos meses el niño pasará de un actividad refleja a un control voluntario de movimientos.

  • Aproximadamente, a los ocho meses empezará a utilizar la pinza para asir objetos, a los nueve gateará y antes de cumplir el año quizás ya esté dando sus primeros pasos y diciendo unas palabras.

Todas las destrezas, por pequeñas que parezcan, estarán vinculadas unas con otras. Esto será especialmente cierto en el primera año de vida, durante el cual,bebe con fondo marron no será posible diferenciar la maduración cognitiva de la motriz.

  • Aprenderá por imitación, se ampliará su capacidad de memoria y aparecerán las nociones de permanencia de objetos y de causa efecto.

Formar vínculos afectivos seguros, conocerse, confiar en sus propias potencialidades, tener suficiente seguridad personal para tomar la iniciativa y saber relacionarse con el mundo y creer en él, son los principales aspectos que el niño deberá empezar a cimentar desde que nace.

Los vínculos seguros serán siempre una condición necesaria para el desarrollo de una personalidad armónica y feliz.

VVAA. (2003):“Autonomía personal y salud”. Editorial Altamar, Barcelona. 
J. Palacios (1990): “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza Psicología
M.C. Ordoñez Legarda,A. Tinarejo Miketta: “Estimulación temprana: Inteligencia emocional y cognitiva” Tomo I de 0 a 1.