Archivo de la etiqueta: Alfabetización emocional

¿Tus hijos/as te cuelan muchas mentiras?

“Las mentiras más crueles son dichas en silencio.” Robert Louis Stevenson

Cabe la posibilidad de que algunas personas nos intenten engañar poniendo cara
de una emoción mientras están sintiendo otra, pero hay algo que les delata. Los/as investigadores/as lo han llamado microexpresiones por su corta duración, no duran más de una vigesimoquinta parte de segundo. La mayoría de nosotros/as no somos capaces de percibir estas microexpresiones, pero existen personas con un don natural para detectarlas. Ekman y David Matsumoto (2008) han desarrollado un programa de ordenador que consigue detectarlas y revelar si una persona está mintiendo o no.

Algunos actores, para conseguir transmitir una “autentica” emoción utilizan el
método Stanislavski. El método consiste en evocar vivencias emocionales propias para
dejar actuar a la musculatura facial de manera espontánea. Esto es posible porque la
musculatura facial está directamente conectada con las áreas del cerebro que procesan
las emociones. Podríamos decir que se trata de un método que va de adentro hacia
afuera.

Acabamos de ver cómo nos pueden engañar pero, ¿cómo podemos evitar que nos
mientan?
Parece que las expresiones falsas o forzadas se pueden identificar cuando
observamos que se dan de manera más pronunciada en un lado de la cara que en el otro, dando como resultado una cara asimétrica. Las expresiones auténticas se manifiestan antes o durante el mensaje verbal; surgen, evolucionan y terminan con armonía, ajustándose a patrones fijos y universales, mientras que las expresiones voluntarias o falsas empiezan y acaban de manera abrupta. Otro criterio para detectar una expresión falsa es su duración. Según Paul Ekman si duran entre 5 y 10 segundos probablemente sean falsas.

girl in yellow and pink shirt standing on brown leaves during daytime


Si nos fijamos en la parte inferior de la cara podemos distinguir diversos tipos de
sonrisas, unas más sinceras que otras.
Sonrisa Duchenne: es una respuesta innata, no aprendida. Además de intervenir en ella los músculos de la boca también lo hace el músculo orbicular que da expresión a los ojos y produce las famosas patas de gallo.
Sonrisa “profesional” o de “cortesía”: la hacemos de manera intencional, por ejemplo, cuando queremos ser amables y saludar a alguien. En ella solo intervienen los músculos de la boca.
Sonrisa irónica: solo se tuerce el lado izquierdo de la boca. Indica duda o falta de
credibilidad hacia la otra persona mezclado con desprecio.

La importancia de la duración e intensidad de las emociones


“Las emociones, en efecto, no siguen un orden fijo. Antes bien, y al igual que las partículas del éter, prefieren revolotear con libertad y flotar eternamente trémulas y cambiantes.” Yukio Mishima


Es fundamental saber qué emoción estoy sintiendo, pero no menos importante es
prestar atención a su duración e intensidad. No será lo mismo experimentar una emoción de manera puntual o de forma permanente. Por ejemplo, como cuenta José Luis Zaccagnini en su libro “Inteligencia Emocional” (2004): no es lo mismo que mi pareja me produzca una emoción desagradable de manera puntual o que la emoción desagradable (miedo, ira, tristeza, etc.) sea la norma. Y al contrario, no me estará diciendo lo mismo una emoción agradable de carácter puntual, como por ejemplo, el alivio que siento cuando nos reconciliamos tras una discusión, que el bienestar habitual que siento en compañía de mi pareja.

grayscale photo of woman crying holding her right chest

Todos sentimos fluctuaciones en nuestro estado emocional, no es un problema que
requiera especial atención ni la ayuda de un profesional. En poco tiempo estas
perturbaciones se corrigen espontáneamente. Pero si definimos una leve tristeza, por
ejemplo, como un problema y tomamos voluntariamente determinadas medidas para
corregirla y evitar su reaparición puede que, entonces sí, estemos ante un verdadero
problema.
En cuanto al segundo parámetro, la intensidad, tendremos que estar pendientes
del grado de proporcionalidad entre el evento desencadenante y la magnitud de mi
reacción. Esta proporcionalidad es muy variable entre una persona y otra dependiendo de sus valores, creencias, vivencias, temperamento etc. Si queremos que la intensidad de la emoción nos dé la mejor información posible tendremos que conocernos bien a nosotros/as mismos/as y saber cómo solemos reaccionar ante una misma situación. Por ejemplo, si habitualmente tienes mucha paciencia pero en los últimos días te enfadas con facilidad, será conveniente que te pares y mires a tu alrededor y dentro de ti, buscando qué ha cambiado para ser capaz de gestionar la situación de la manera lo más satisfactoria posible.

Clasificando emociones

“Sólo hay dos emociones básicas: una es el miedo, la otra es el amor.”
Wayne Dyer


Han sido muchas las formas de clasificar las emociones y ninguna ha sido la
definitiva. Ni siquiera hay consenso entre los autores a la hora de decir cuáles son las
emociones básicas.


Una clasificación que me gusta mucho, aunque no me convence completamente,
es la que plantea Rafael Bisquerra en un proyecto precioso llamado “Universo de
emociones”
(2016). Utilizando la metáfora del universo, traza constelaciones, galaxias y
demás cuerpos astrales para materializar algo tan intangible como lo que sentimos. Puedes ver este precioso proyecto en su web https://universodeemociones.com/

Este universo tiene de dos grandes constelaciones:
Constelación de las emociones negativas: miedo, ira, tristeza (con asco y
ansiedad).
Constelación de las emociones positivas: alegría, amor y felicidad.
A mí me gusta más hablar de emociones agradables y desagradables. Si tratamos
como negativas emociones como el miedo, la ira, la tristeza, el asco y la ansiedad
corremos el riesgo de luchar contra ellas e intentar aniquilarlas, cuando en realidad, son
imprescindibles para nuestra supervivencia y bienestar, aunque no nos gusten.

Las galaxias de las emociones negativas son:

man in black jacket and blue denim jeans standing near black telephone booth during daytime

Miedo: temor, horror, pánico, terror, pavor, desasosiego, susto, fobia, etc.
Ira: rabia, cólera, rencor, odio, furia, indignación, resentimiento, aversión,
exasperación, tensión, excitación, agitación, acritud, animadversión, animosidad,
irritabilidad, hostilidad, violencia, enojo, celos, envidia, impotencia, desprecio,
antipatía, resentimiento, rechazo, recelo, etc.
• Tristeza: depresión, frustración, decepción, aflicción, pena, dolor, pesar,
desconsuelo, pesimismo, melancolía, soledad, desaliento, desgana, morriña,
abatimiento, disgusto, preocupación, etc.
• Asco: aversión, repugnancia, rechazo, desprecio.
Ansiedad: Angustia, desesperación, inquietud, inseguridad, estrés, preocupación,
anhelo, desazón, consternación, nerviosismo.

Las galaxias de las emociones positivas son:

girl with paint of body

Alegría: entusiasmo, euforia, contento, deleite, diversión, placer, estremecimiento,
gratificación, satisfacción, capricho, éxtasis, alivio, regocijo, humor.
Amor: aceptación, afecto, cariño, ternura, simpatía, interés, cordialidad, confianza,
amabilidad, afinidad, respeto, devoción, adoración, veneración, enamoramiento,
ágape, gratitud, interés, compasión.
• Felicidad: bienestar, satisfacción, armonía, equilibrio, plenitud, paz interior,
tranquilidad, serenidad, gozo, dicha, placidez, paz interior, etc.
También están las galaxias de las emociones ambiguas que son:
• Sorpresa: sobresalto, asombro, desconcierto, confusión, perplejidad, admiración,
inquietud, impaciencia.
• Emociones sociales: vergüenza, timidez, culpabilidad, vergüenza ajena,
bochorno, pudor, recato, rubor, sonrojo, verecundia.
• Emociones estéticas: son las que se experimentan ante las obras de arte y ante
la belleza.
Ya tenemos muchas palabras para etiquetar lo que sentimos, pero además
tendremos que ser capaces de focalizar y prestar atención para ser capaces de identificar cuál es la emoción que estamos sintiendo.

Para saber más sobre las emociones

Los sentimientos y las emociones son el lenguaje universal que debe ser honrado. Son la expresión auténtica de quiénes somos.” Judith Wright

La mayoría de los expertos que trabajan en el tema de la emoción están de acuerdo en que no es nada sencillo dar una definición definitiva de este fenómeno psicológico.

girl in pink and white polka dot hoodie smiling

Las emociones forman parte de nuestra vida y han jugado un papel imprescindible en la evolución y adaptación de nuestra especie al entorno, sirviéndonos de señal para enfrentarnos a los desafíos presentes en cada hábitat. Nos han servido de brújula, de GPS para saber qué rumbo tomar.

Los seres humanos solo podemos experimentar la vida emocionalmente: “Siento luego existo” (Robert Witkin, 1970). A pesar de todo, nos resulta muy complicado hablar de las emociones a nivel teórico y, en parte, es porque han sido ignoradas por la ciencia hasta hace relativamente poco.

Podríamos definir emoción, como lo hace Rafael Bisquerra en su libro “Educación emocional y bienestar” (2006) como: “Un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan habitualmente como respuesta a un acontecimiento externo o interno.” Y como somos animales sociales: “La emoción concreta que sienta un sujeto dependerá de cómo perciba este sujeto las consecuencias que sobre su supervivencia, bienestar, necesidades, metas y planes pueda tener la conducta de los otros”. (Styker, 2004:3)

En cada emoción podemos diferenciar tres dimensiones básicas: cualidad, intensidad y duración. Y también tres componentes fundamentales: lo fisiológico (lo que siento a nivel corporal), lo cognitivo (lo que pienso) y lo conductual (lo que hago). Ante un acontecimiento interno o externo, el individuo hace una valoración y en consecuencia emite una respuesta fisiológica-cognitivo-conductual que le predispone a una determinada acción.

También podemos diferenciar entre emociones básicas o primarias y emociones secundarias. Paul Ekman (1979) entiende que las emociones básicas son: miedo, ira, tristeza, alegría, asco y sorpresa. Y estas son sus características:

  1. Son universales. Son independientes de la cultura.
  2. Son primitivas tanto en la especie (se observan en otros animales) como en el individuo (se observan en periodos tempranos del desarrollo).
  3. Conllevan expresiones faciales específicas típicas de cada una de ellas.
  4. Van asociadas a diferentes tendencias de actuación, probablemente no aprendidas, que tienen como objetivo hacer frente al suceso desencadenante de la emoción.
  5. Se diferencian entre sí en como las experimenta el cuerpo.
  6. Se basan en sistemas cerebrales especializados y preestablecidos.

Las emociones primarias son la materia prima del resto de emociones. La culpa, la vergüenza, los celos, la envidia, etc. son emociones aprendidas ligadas a la educación y la cultura, y por tanto, son emociones secundarias.

man covering face with both hands while sitting on bench

Y, ¿cuál es la función de las emociones?, ¿para qué nos sirven? Para algunos/as investigadores/as la función principal es la de motivar la conducta. Otros/as se centran más en su función adaptativa. Y también nos sirven para, a través de la comunicación no verbal, comunicarnos con los demás.

Pero las emociones no funcionan de manera independiente y tienen efectos sobre otros procesos mentales. Afectan a la percepción, atención, memoria, pensamiento, la creatividad, etc. Pensar y sentir son inseparables, pensamos sintiendo y sentimos pensando.