Las grandes corrientes psicológicas han tratado el tema del juego:
- El enfoque conductista: Wundt (1887) entiende el juego como una actividad que prepara al niño para la vida adulta.
- El enfoque evolucionista: Spencer (1855) vincula el juego a la descarga de energía.
- El enfoque funcionalista: Gros lo entiende como una forma de practicar los instintos antes de que éstos estén plenamente desarrollados.
Según la Teoría de la Autoexpresión defendida por psicoanalistas como Freud se plantea el juego como una necesidad de expresar sin trabas lo que se siente, a modo de catarsis. El niño se identifica con los personajes que representa así como el adulto lo hace con los personajes del drama, cosa que a los dos les hace vivir la ilusión de ser más importantes de lo que creen ser; el niño sitúa las cosas de su mundo en un orden nuevo y grato para él.
Un concepto clave para entender lo que Vygotski piensa sobre el juego es el del concepto de Zona de Desarrollo Próximo. Esta zona no es más que la distancia que hay entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver un problema sin la ayuda de nadie, y el nivel de desarrollo potencial, determinado por la capacidad de resolver un problema con la ayuda de un adulto o de un compañero capaz. Es la distancia que el niño debe recorrer entre lo que sabe y lo que puede aprender si el medio le proporciona los recursos necesarios. Este autor entiende el juego como motor del desarrollo en la medida en que crea Zonas de Desarrollo Próximo. Por lo tanto, esta forma de conducta tiene una gran importancia para el desarrollo de las capacidades superiores. Para Vygotski el juego nace de la necesidad, del deseo de saber, de conocer y de dominar los objetos y eso es lo que impulsa al niño al juego de la representación.
La teoría ecológica (U. Brofenbrenner, 1979) es una orientación del desarrollo en la que se destaca el papel de los entornos en los que transcurre la existencia humana. Lo que importa para la conducta es cómo se percibe el ambiente, más que cómo puede ser la realidad objetiva. Para la teoría ecológica el juego tiene una importancia capital en el desarrollo del niño, de ahí que plantea algunos aspectos concretos en la organización de contextos:
- Es deseable que los criterios educativos de los padres estén en concordancia con los de otros contextos donde tienen lugar actividades fundamentales para el desarrollo de sus hijos.
- El juego está formado por una serie de conductas básicas que, por consiguiente, aparecen en las actividades lúdicas y en otras actividades no consideradas lúdicas. Pero en el momento en que se habla de juego es porque dichas actividades se viven de una forma especial y se deberá tener cuidado al intentar interpretarlas.
Por último, señalar que el autor que más aportaciones realizó sobre el juego y el desarrollo de la inteligencia fue Jean Piaget. Para este autor, el juego refleja las estructuras cognitivas del niño y contribuye al establecimiento de nuevas estructuras. Constituye principalmente el proceso de asimilación ya que a través del hecho de “jugar a…” el niño va experimentando y dando significado a todo aquello que vive, selecciona aquellos aspectos de la realidad que le son útiles, comprende el esfuerzo de producción que requiere elaborar las cosas, e interioriza lo vivido.
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Virginia Romero, Montse Gómez (2003): “Metodología del Juego”. Editorial Altamar, Barcelona.