Para Celso Antunes las relaciones interpersonales van cambiando en función de la edad de la siguiente manera:
Hasta 1 año: El niño es esencialmente egocéntrico. El prójimo no existe.
1 a 2 años: La madre, y en algunos casos, el padre son los grandes amigos.
3 años: Descubre un amigo. Acepta un compañero para los juegos y los juguetes.
4 a 5 años: Le gusta tener una “pandilla” de amigos y organizar travesuras.
5 a 6 años: Comienzan a formarse los clanes, grupos cerrados de amigos, casi siempre del mismo sexo.
7 a 8 años: Es la etapa del “gran” amigo. La empatía crece como valor enorme y se fortalecen los sentimientos de fidelidad, traición y desprecio.
9 a 13 años: Los amigos son muy importantes, uno o dos son los mejores confidentes. Es el momento de profundizar en las estructuras de autoconocimiento, comunicación interpersonal y empatía.
13 a 16 años: Se consolidan las amistades y las rivalidades. Aumentan los sentimientos de pasión, pero también las visiones críticas e idealistas. El sexo opuesto es un reto por conquistar.