Existen muchas clasificaciones de juegos atendiendo a numerosos criterios, pero nos centraremos en la que establece Piaget en función del tipo de pensamiento que tiene el niño en cada una de sus etapas evolutivas. Así, Piaget distinguió tres grandes tipos de juegos que aparecen según el niño va pasando de un estadío del pensamiento a otro más evolucionado como estructuras cognitivas que se van superponiendo.
Piaget en su Teoría del desarrollo del juego distingue entre:
Juegos de ejercicio: Son los primeros que realiza el niño. En ellos se repite una y otra vez una acción por el placer de los resultados inmediatos. Estos le pueden ofrecer experiencias auditivas, visuales, táctiles, olfativas, gustativas, de movimiento o de manipulación.
Juegos simbólicos: Aparece sobre los 18 meses-2 años. El niño atribuye toda clase de significaciones, más o menos evidentes, a los objetos: simula acontecimientos imaginarios; interpreta escenas verosímiles por medio de roles y de personajes ficticios y reales. Es el juego de “hacer como si…”, de la imitación de los adultos, es el juego de las muñecas, de papás y mamás, de jugar a médicos, tiendas, coches…
El juego de reglas: Aparece sobre los 6-7 años. Son los juegos en los que existen una serie de reglas o normas que los jugadores deben conocer y respetar para conseguir el objetivo previsto. Aunque son considerados familiarmente como juegos de mesa, no se reducen a éstos, ya que también son juegos de reglas los deportivos, de estrategia, de reflexión…
Juegos de construcción o ensamblaje: Se dan paralelamente a los otros tipos de juegos. Son aquellos que incluyen piezas para encajar, ensamblar, apilar, coser, juntar, etc. Se dan cuando el niño se fija una meta – la de construir – y con un conjunto de movimientos, de manipulaciones o acciones suficientemente coordinadas, la consigue.