Los secretos de una buena escucha

ciervo escuchandoEscuchamos de forma activa cuando estamos atentos a todo el proceso de comunicación; es decir, además de escuchar el mensaje verbal, observaremos y analizaremos con detenimiento toda la comunicación no verbal. Pero muchas veces, no será suficiente con entender lo que nos dicen, y tendremos que dar señales inequívocas de que estamos escuchando.

Y, ¿cómo transmitimos a nivel no verbal que estamos escuchando?

  • Es fundamental mirar directamente a los ojos, pero sin intimidar.
  • Podemos acercarnos físicamente, con la postura un poco inclinada hacia nuestro interlocutor y asentir con la cabeza.
  • Nuestra expresión facial será de atención y sintonizaremos con la emoción que está sintiendo la otra persona.
  • Es muy importante sonreír, siempre que sea oportuno, ya que la sonrisa es muy útil para eliminar barreras y hacer que la otra persona se sienta bien.

También podemos transmitir que estamos escuchando utilizando la comunicación verbal. Para ello:

  • Emitiremos  palabras o murmullos que demuestren nuestra atención, como por ejemplo: “si”, “claro”, “lógico”, “desde luego”.
  • Conviene, también, hacer preguntas aclaratorias para recabar más información y demostrar nuestro interés. Podremos preguntar: ¿tú crees?, ¿cómo fue exactamente?, ¿qué pasó?
  • Finalmente podremos resumir o parafrasear lo que el otro ha dicho para comprobar que le hemos entendido correctamente.

Hacer una buena escucha, aunque a simple vista pueda parecer sencillo, entraña cierta dificultad y necesita mucha práctica.

  • Debemos tener especial cuidado de no interrumpir, hablar de uno mismo o cambiar de tema mientras escuchamos. Muchas veces, en lugar de escuchar, lo que hacemos es pensar en qué vamos a decir a continuación.
  • Evita, también, dar un consejo antes de tiempo, tranquilizar al otro o quietarle importancia a lo que nos está contando. Esto lo solemos hacer con la mejor intención y pensamos que estamos ayudando a nuestro interlocutor, pero no es así. Lo que conseguimos es que la otra persona se sienta incomprendida.
  • Otro error muy común a la hora de escuchar es fingir que hemos comprendido cuando no es así y esto solo entorpece la comunicación.

No debemos olvidar que la escucha es una herramienta fundamental para la resolución de conflictos.

Cuento: “Atreverse a ser uno mismo”

Tang era un pequeño obrero en un reino del Lejano Oriente. Trabajaba el cobre y fabricaba magníficos utensilios que vendía en el mercado. Tenía una vida feliz y una alta autoestima. Tan solo le quedaba encontrar a la mujer de su vida.

Un día, un enviado del rey llegó para anunciar que Su Majestad deseaba casar a su hija con el joven de mayor autoestima del reino. En el día estipulado, Tang se dirigió al palacio y se encontró con cientos de jóvenes pretendientes.

El rey los miró a todos y le pidió a su cambelán que les diese a cada uno cinco semillas de flores. Después, les rogó que regresaran en primavera con una maceta de flores salidas de las semillas que había hecho que les dieran.

Tang plantó los granos, los cuidó con esmero, pero allí no salió nada: ni brotes, ni flores. En la fecha estipulada, Tang cogió su maceta sin flores y partió hacia el castillo. Cientos de otros pretendientes llevaban macetas con flores magníficas y se burlaban de Tang y de su maceta de tierra sin flores.

Entonces el rey pidió a cada uno de ellos que pasaran ante él para presentar sus macetas. Tang llegó, algo intimidado ante el rey: “No germinó ninguna de las semillas Majestad” dijo. El rey le respondió: “Tang, quédate junto a mí”.

Cuando todos los pretendientes hubieron desfilado, el rey los despidió a todos excepto a Tang.ramos de tulipanes

Anunció a todo el reino que Tang y su hija se casarían el verano próximo. ¡Fue una fiesta extraordinaria! Y Tang y la princesa cada vez estaban más enamorados. Vivían felices.

Un día Tang le preguntó al rey, su suegro: “Majestad, ¿cómo es que me escogisteis como yerno si mis semillas no habían florecido?” ¡Ninguna semilla podía florecer! ¡Hice que hirvieran toda la noche! y tú fuiste el único en tener bastante autoestima y consideración hacia los demás para ser honesto. ¡Era un hombre así el que yo quería como yerno!

¿Cómo reconocer una conducta asertiva?

Todos tenemos conductas que pueden ser clasificadas como asertivas, agresivas o sumisas.

Dependiendo de cuál de las tres sea la más habitual en nosotros, podremos decir que tenemos un estilo: asertivo, agresivo o sumiso.

No debemos olvidar, que nuestra manera de actuar está muy influenciada por el contexto y por las personas con las que interactuamos.

Por un lado, una persona con un estilo inhibido o sumiso:

Por miedo a ofender, enfadar, molestar, hacer el ridículo o generar conflictos:

  • No se atreve a defender sus objetivos y necesidades.
  • No da su opinión, ni expresa sus emociones.
  • Y no es capaz de pedir ayuda.

Podríamos decir que respeta a los demás pero no se respeta a sí mismo.

A corto plazo consigue no generar conflictos. Pero a largo plazo:

o   Su autoestima se ve dañada y resultan poco atractivos a los demás. Hacen sentir a los otros culpables o superiores.

o   Además pueden sufrir ansiedad y problemas somáticos.

o   Es muy común alternar este estilo con explosiones de ira descontrolada.

En el otro extremo tendríamos el estilo agresivo:

  • Son personas que defienden en exceso sus derechos e intereses, sin tener en cuenta los de los demás.
  • Piensan que si no se comportan de manera agresiva serán excesivamente vulnerables.
  • Lo sitúan todo en términos de ganar-perder y se rigen por la ley de dominio-sumisión. O piso o me pisan.

Es verdad, que a corto plazo, consiguen lo que quieren de los demás y se sienten poderos y fuertes. Nadie se atreve a criticarles de forma directa por miedo.

Pero las consecuencias a largo plazo son nefastas:

o   Los demás se alejan o siguen a su lado sólo por miedo.

o   Su autoestima baja todavía más y sienten ansiedad y culpabilidad.

Por último, el estilo asertivo se caracteriza por:

  • Buscar la forma de conseguir sus objetivos sin dejarse llevar por las emociones del momento.
  • Expresa de forma clara y concreta sus deseos o necesidades siendo siempre respetuoso con los demás.
  • Sabe:

o   Hacer críticas sin ofender y también recibirlas.

o   Decir no.

o   Afrontar la hostilidad del otro sin “entrar al trapo”.

o   También es capaz de identificar sus emociones y expresarlas.

¿Y qué consecuencias tiene el comportamiento asertivo?

o   Suelen conseguir sus objetivos y resuelven conflictos de forma adecuada.

o   Su autoestima se ve fortalecida.

o   Resultan atractivos a los demás y consiguen tener y mantener relaciones profundas y duraderas.

Lo bueno de la conducta asertiva es que se puede aprender y entrenar.

Cómo manejar la rabia, la ira y el enfado

¿QUÉ ES?

  • Cuando algo se interpone entre nosotros y nuestros objetivos o estamos ante un hecho que nos resulta injusto sentimos rabia, ira o enfado.
  • Se manifiesta de forma violenta. Cuando más lo pensamos más nos enfadamos.
  • Nos avisa de que algo debe cambiar. Nos motiva para detener aquello que causa malestar. También puede ser contra nosotros mismos.
  • Disminuye el miedo y nos aporta energía para la acción.

QUÉ NO HAY QUE HACER CON NUESTRA RABIA, IRA O ENFADO

  • Nunca responderemos con la misma moneda (la ira provoca más ira y cierra las posibilidades de comunicación).
  • Cuidado con el desahogo gratuito, el maltrato psicológico o físico, las humillaciones, los insultos. Las consecuencias son muy graves para la autoestima y su motivación además les sirve de modelo a la hora de resolver problemas.

QUÉ DEBEMOS HACER CON NUESTRA RABIA, IRA O ENFADO

  • Tenemos derecho a estar enfadados y sobre todo cuando hay un motivo. La intensidad debe estar ajustada a la situación y hay que controlar la agresividad.
  • Debemos resolver los problemas cuando estemos tranquilos y esté tranquilo el otro para evitar la escalada de violencia.
  • Somos un modelo para ellos. Tenemos que aprender a expresarla de manera adecuada

QUÉ NO HAY QUE HACER CON LA DE NUESTROS HIJOS

  • Ceder a los deseos del niño después de un episodio de rabieta descontrolada porque reforzará esa manera de comportarse.
  • No es aconsejable satisfacer todos los deseos del niño.
  • No alimentar deseos que difícilmente pueden conseguirse.
  • No se deben pasar por alto las agresiones tanto verbales como no verbales a otros niños o adultos.

QUÉ DEBEMOS HACER CON LA DE NUESTROS HIJOS

  • El niño debe experimentar la frustración porque no podrá conseguir todos tus deseos ni controlarlo todo a lo largo de su vida. Más resistencia a la frustración-menos rabia
  • Darles alternativas para actuar: pedir ayuda, expresar verbalmente el malestar, distraerse, evitar determinadas situaciones.
  • Si el niño es pequeño usaremos el tiempo fuera: le retiraremos de la escena de juego después de mostrar nuestro disgusto. Si el niño es mayor tenemos que dialogar con él.
  • Empatizar con la emoción aunque no con los hechos.

La culpa y la vergüenza: qué son y cómo actuar ante ellas

¿QUÉ ES?

  • La culpabilidad es la conciencia de las consecuencias negativas de nuestros actos.
  • Nos sirve para reparar el daño, hacer algo positivo por la persona a la que hemos perjudicado.
  • La vergüenza es la emoción que experimentamos cuando hacemos algo mal o nos sentimos humillados delante de los demás.
  • Puede ser adaptativa ante comportamientos inadecuados desde un punto de vista social.
  • En exceso es bastante destructiva y fomenta las conductas de evitación e inhibición, el resentimiento y la agresión.
  • Si está muy extendida es signo de baja autoestima. Se siente vergüenChica con cinta en los ojosza cuando nos estimamos inferiores en algún aspecto personal al resto de las personas lo que implica una evitación de mostrar tal aspecto ante los demás por el temor a se juzgados negativamente y ser rechazado.
  • Las dos generan mucha ansiedad.

¿QUÉ NO HAY QUE HACER?

  • Nunca podemos responsabilizar a los niños ante situaciones de las que no sean responsables o escapen de su control. (Cuidado con el chantaje emocional). Esto provocaría un desasosiego incurable ya que no pueden reparar el daño y crearían niños ansiosos.
  • Responsabilizar o culpabilizar no es avergonzar. No debemos humillar o desvalorar a nuestros hijos. Puesto que avergonzar es una manera de cuestionar al niño y no su conducta.

¿QUÉ HAY QUE HACER?

  • Responsabilizar a los niños por el daño que hayan causado cuando esta bajo su control.
  • Ir aumentando la responsabilidad conforme el niño va haciéndose mayor.
  • Es importante expresar orgullo por los éxitos de nuestros hijos, valorar los errores como algo normal, reconocer su derecho a no saber, a ser diferente y a no gustar a todos.

Los celos

¿QUÉ SON?

  • Se presentan cuando hay un conflicto para recibir atención.
  • Nos sirve para aprender a tolerar no ser el centro de atención y compartir afecto.

¿QUÉ NO HAY QUE HACER?

  • Evitar las comparaciones entre hermanos.
  • Evitar las culpabilizaciones con respecto al otro.
  • Evitar las responsabilidades exigentes con respecto al otro.

¿QUÉ HAY QUE HACER?ninas entre arboles

  • La empatía con los celos es muy importante. Tenemos que recoger y comprender los sentimientos negativos hacia el otro.
  • Hay que mostrar atención al niño y dedicarle momentos en exclusividad.
  • Debemos propiciar ocasiones para que el niño colabore con el otro.

 

Qué es el miedo y cómo manejarlo

¿QUÉ ES EL MIEDO?

  • El miedo  en una emoción que se siente ante un peligro real o imaginado.
  • Nos ayuda a protegernos de los peligros y facilita que evitemos o escapemos de las situaciones amenazantes.
    • El miedo moviliza los recursos necesarios para la respuesta de ataque o huida, sin embargo, si la reacción es excesiva la eficacia disminuye y se producen una respuesta de parálisis o inmovilidad.

 

¿QUÉ NO HAleonY QUE HACER?

  • Exponer a los niños a imágenes terroríficas, violentas o de situaciones peligrosas.
  • No ridiculizarles cuando sienten miedo.
  • Nunca amenazar con el abandono o asustar gratuitamente al niño.

¿QUÉ HAY QUE HACER?

  • Empatizar con el miedo.
  • Tienen que sentirse protegidos.
  • Acompañarles en el enfrentamiento con alguna situación difícil que les provoque miedo y hacerlo gradual para el niño.
  • La relajación y la distracción, entretenerles les ayuda.
  • Dejar que los niños pasen por las diferentes experiencias vitales sin sobreprotegerles.
  • Las situaciones realmente peligrosas deben ser prohibidas.
  • Jugar a sentir y vencer el miedo o leerles cuentos con final feliz. Enseñarles a distinguir la realidad de la ficción.

 

La alegría y otras emociones agradables

ALEGRÍA

  • La alegría es la emoción que produce un suceso valorado como favorable como puede ser:
    • La consecución de metas (resolver un problema difícil…),
    • Los acontecimientos positivos (aprobar un examen, enamorarse, tener un hijo, superar una enfermedad…),
    • Determinados hechos que corroboran que somos valiosos para los demás (recibir un elogio, gustarle a otra persona…).
    • En general la alegría se da cuando creemos que estamos haciendo progresos hacia la realización de nuestros objetivos.ninos saltando en piscina
  • La alegría facilita la empatía, lo que favorece la aparición de conductas altruistas, de compromiso social y voluntario.
    • Genera actitudes positivas hacia los demás y hacia uno mismo.
  • La alegría mejora la autoestima, la autoconfianza, las relaciones sociales, el rendimiento cognitivo, la creatividad, el aprendizaje, la memoria, aumenta la disponibilidad para enfrentarse a nuevas tareas, favorecen la conducta exploratoria y ayuda a superar el miedo.
  • Cuando la alegría se desborda estamos ente una situación de euforia, en la que hay una activación total, esto nos empuja a la acción y al contagio desbordante.
  • Los acontecimientos negativos si nuestro estado de humor es eufórico (alegría) tienen menos efectos.

OTRAS EMOCIONES AGRADABLES

  • Las emociones agradables facilitan:
    • el aprendizaje,
    • la consecución de objetivos,
    • la comunicación.
  • También favorecen la conducta exploratoria y ayudan a superar el miedo.
  • Están asociadas a la salud física y psicológica.
  • Estamos preparados biológicamente para las emociones agradables a través de los receptores sensoriales.
  • Se expresan mediante distintos tipos de sonrisa.

Emociones producidas por situaciones agradables:

Placeres sensoriales – Alegría – Bienestar – Diversión – Éxtasis – Elevación Excitación – Admiración – Asombro – Triunfo – Orgullo (fiero y naches) – Atracción-deseo-amor – Ternura

Emociones positivas producidas por situaciones desagradables:

AlivioEsperanza

Las emociones empáticas: GratitudCompasión

¿Cómo manejar la tristeza de nuestr@s hij@s?

¿QUÉ ES LA TRISTEZA?

 

  • Es el sentimiento de la perdida.
  • Implica apatía, inactividad, desmotivación, angustia, problemas de apetito y de sueño.
  • La tristeza suele desencadenarse por la pérdida de algo que se valora como importante: un ser querido, la salud, bienes, etc.
  • Podemos valorar como pérdidas una separación, una enfermedad grave, un fracaso, la perdida del trabajo…
  • Es más un estado de ánimo que una reacción emocional aguda.nina blanco y negro mirando al suelo
  • La tristeza es una emoción que suele estar centrada en el pasado.
  • La tristeza es una emoción que:
    • No suele predisponer a emprender ningún tipo de acción,
    • La reducción de la actividad es su característica principal,
    • Esta tendría una función adaptativa de conservación.
  • La tristeza actúa como una llamada de ayuda; se propone captar la atención de los demás. La cohesión social y el sentimiento de pertenencia a un grupo son formas de afrontar la tristeza.
  • El consuelo de la tristeza reduce el miedo al futuro sin el bien perdido.

¿QUÉ HAY QUE HACER?

 

  • La tristeza es una emoción adecuada en la mayoría de las ocasiones, por lo que tendríamos que aprender a aceptarla en nosotros mismos y en los demás. El problema surge cuando se alargan más de lo razonable.
    • Debemos facilitar la expresión de tristeza y ser modelo de ello.
    • Debemos ser modelo de maneras de resolver la tristeza. Por ejemplo haciendo algo distraído y agradable.
    • Si la tristeza de los padres es patológica (depresión) se debe poner remedio cuanto antes ya que afectará a los hijos creándoles inseguridad, miedo y sentimientos de culpa.
  • La pérdida de una figura de apego provoca una tristeza más permanente: la exposición a la realidad ajustándose al lenguaje del niño, el permiso a llorar y expresar tristeza, mantener en la memoria los recuerdos del ser querido, hablar de la muerte como la continuación de la vida y proporcionar apoyo y consuelo incondicional son bases esenciales para superarlo.
  • La separación de los padres debe tratarse con sinceridad, informando a los hijos las veces que sea necesario y describiendo lo que va a significar en sus vidas dejando claro que los padres nunca se separarán de los hijos y que no perderán el contacto con ellos.
    • Tratar al otro progenitor con respeto y no hablar mal de él.
    • Nunca usar al niño como intermediario.
    • En la medida de lo posible hay que evitar cambios radicales en la vida y costumbres de los niños.
  • Es imprescindible el amor, el consuelo y la atención expresada de forma proporcional al motivo de la tristeza.

Las emociones: qué son y cómo expresarlas

Las emociones

  • Son guía y motor del comportamiento del  comportamiento,
  • Dan valor a las situaciones (diferenciando lo que es importante, de lo que no lo es).
  • Son la “brújula” de la vida.
  • También nos sirven para comunicarnos y establecer vínculos afectivos.
  • Todas, en su justa medida, son necesarias y útiles, aunque algunas nos resulten desagradables. Todas han aportado algo a nuetra supevivencia como especie.

Cómo expresar las emociones:

  • Debemos ser concretos al expresar lo que sentimos.mascaras
  • Utilizar un volumen y tono de voz ajustado al valor de la situación. Recordando que el propio estrés puede amplificar y distorsionar el valor de muchas conductas de los hijos.
  • Tenemos que ser consistentes a lo largo del tiempo. Recordando que muchos comportamientos que nos fastidian están en evolución.
  • Expresar nuestro cariño y amor hacia nuestros hijos.
  • Utilizar el contacto físico para expresar afecto, alegría o consuelo.