Archivo del Autor: Mónica Manrique

Emociones básicas: cuándo aparecen y para qué sirven

MIEDO

Ante un peligro real o imaginado.

  • Protegernos de los peligros movilizando los recursos necesarios para la respuesta de: ataque, huida o inmovilidad.

SORPRESA

Ante algo inesperado.

  • Para que pongamos toda nuestra atención en el estímulo inesperado.

AVERSIÓN

Ante personas o cosas repulsivas.

  • Expulsar o evitar sustancias nocivas.
  •  Simbólicamente ocurre lo mismo con las personas que violan las normas culturales.

IRA

Cuando algo se interpone entre nosotros y nuestros objetivos o estamos ante un hecho que nos resulta injusto.

  • Detener aquello que causa malestar.
  • Nos avisa de que algo debe cambiar.
  • Disminuye el miedo y aporta la energía necesaria para la acción.

ALEGRÍAabuela riendo

Ante un suceso favorable.

  • Emprender actividades.
  • Fortalecer lazos sociales (empatía).
  • Generar actitudes positivas.
  • Mejorar el rendimiento cognitivo, la creatividad, el aprendizaje, la memoria.
  • Ayudar a superar el miedo.

TRISTEZA

Ante la pérdida de algo que se valora como importante.

  • Para poder adaptarnos a la nueva situación.
  • Facilitar, a través de la empatía, el apoyo de los demás.

¿Cómo ejercer la autoridad con nuestros hijos?

Vivimos en una sociedad frenética llena de prisas y estrés en la que queda poco tiempo para compartir, educar y relacionarnos con nuestros hijos. Esta situación hace que día a día vayamos acumulando sentimientos de culpa como padres: ¿estaré dedicándole el tiempo suficiente a mis hijos? ¿Juego tanto como debiera con ellos? ¿Tendrán alguna carencia afectiva en el futuro por el poco tiempo de calidad que les puedo dedicar? ¿Lo estoy haciendo bien? Toda esta culpa que vamos acumulando nos hace muy vulnerables a sus chantajes emocionales y debilita nuestra autoridad como padres.

También merma nuestra autoridad el miedo a traumatizar a los niños por el mero hecho de ponerles normas y límites. Podemos pensar: “Pobrecito, cómo le voy a decir NO con lo mal que lo pasa”. Los niños necesitan normas y límites para crecer felices y sanos. No van a ser más felices por conseguir todo lo que les apetece y es necesario que aprendan a manejar la frustración, habilidad que les será muy útil a lo largo de la vida.

Pero la autoridad no siempre es bien entendida y a veces se confunde con el autoritarismo. Para ejercer nuestra autoridad como padres no es necesario convertirse en un dictador, y la disciplina no implica humillación. Se pueden imponer normas y límites con cariño y afecto.

Cuando nacen nuestros hijos todo está bajo nuestro control, el porcentaje de autoridad que ejercemos sobre ellos es del 100%. Es muy común que conforme los niños van cumpliendo años este control disminuya considerablemente hasta encontrarnos con familias que giran en torno a las apetencias de un pequeño tirano. Solemos pensar: “No quiero desperdiciar el poco tiempo que estoy con él enfadándome”, “Quiero darle todas las cosas que yo no he podido tener”, “Déjale que haga lo que quiera, es muy pequeño”… Puede resultar hasta gracioso que un niño de 3, 5 o 10 años haga lo que quiera, pero no nos hace tanta gracia que lo haga cuando tiene 15 y es entonces cuando pretendemos volver a tener un control del 100% sobre lo que hace. Entonces, ¿cómo tenemos que ejercer la autoridad sobre nuestros hijos en cada edad?

LA AUTORIDAD IMPOSITIVA (0-7 AÑOS)
Se trata de un tipo de autoridad unidireccional pero no por ello tiránica ni despótica. La autoridad impositiva deriva de la dependencia del menor y los padres deberán imponer pautas para su correcto desarrollo: dándole juguetes adecuados a su edad, ofreciéndole alimentos sanos y nutritivos, enseñándole reacciones correctas, pautando horarios y limitando las actividades peligrosas.
En esta etapa conviene que los límites sean claros, no demasiados, poco flexibles y fáciles de aplicar y entender por el niño.
Lo normal será que los niños reten a sus padres para ver hasta dónde pueden llegar.

LA AUTORIDAD EDUCATIVA (7-14 AÑOS)
El objetivo en esta etapa es que el niño aprenda los motivos por los cuales es exigida una conducta. No se prefiere la obediencia y la sumisión sin más, tendrá que ir entendiendo la razón de los límites y las normas e ir incorporando pautas de comportamiento. Seremos más flexibles, se amplían los márgenes y se tendrá en cuenta la opinión del niño. Las normas se amplían al orden, la limpieza, las tareas domésticas, la higiene…
Tendremos que utilizar premios (reconocimientos y recompensas) y castigos (reproches o pérdida de privilegios) sin dejar de reforzar porque pensemos que es su obligación.
Las conductas y sus consecuencias se clasificarán de manera simple y dicotómica en: correctas o incorrectas, válidas o inválidas, acierto o error. Sin matices.

LIBERTAD CONTROLADA (14-18)
A esta edad, los ya adolescentes han desarrollado muchas habilidades por lo que será conveniente comenzar a delegar ciertas funciones en ellos. Se deben ir permitiendo tiempos mayores y espacios diferentes de forma gradual mientras se supervisa y controla el uso que hace el menor de los privilegios concedidos.
Ahora la batuta será compartida, por lo que se recurrirá a las negociaciones, pactos y acuerdos.
Para cuando lleguemos a esta etapa los padres tendremos que haber conseguido tener autoridad moral, que los adolescentes confíen en nuestro criterio aunque no tengan por qué estar siempre de acuerdo.
Resumiendo, conforme aumenta la edad de nuestros hijos, debemos ir disminuyendo el grado de control que ejercemos sobre ellos, cediéndoles poco a poco más autonomía e independencia, sin adelantarnos y siempre en consonancia con las capacidades y necesidades del niño.

Sobre la creatividad

Ken Robinson arroja luz sobre el proceso creativo en su libro “Busca tu elemento”:

  • Hoy,  más que nunca, las comunidades humanas dependen de una diversidad de talentos, y no de una única idea de capacidad.
  • A medida que los niños van creciendo, su cerebro se adapta según el uso que le den o que no le den.
  • Cuando las personas encuentran su medio, descubren sus auténticas dotes creativas y llegan a conocerse. Ayudarlas a conectar con sus cualidades creativas personales es la forma más segura de liberar lo mejor que poseen.
  • En un sentido por lo menos, los seres humanos somos radicalmente distintos del resto de los seres vivos de la Tierra. Tenemos la capacidad de imaginar. Y, en consecuencia, poseemos unos poderes de creatividad ilimitados.
  • La creatividad conlleva poner en funcionamiento la imaginación. En cierto sentido, la creatividad es la imaginación aplicada.
  • Vemos el mundo no como es, sino a través de un velo de ideas preconcebidas.
  • La creatividad es el proceso de tener ideas originales que posean valor.maquina de escribir
  • Quien no esté dispuesto a equivocarse es improbable que alguna vez idee algo original.
  • En el momento adecuado y de la forma correcta, la apreciación crítica es esencial. En un momento inapropiado, puede acabar con la idea emergente.
  • La capacidad creativa es esencialmente humana y mantiene la promesa constante de formas alternativas de ver, de pensar y de hacer.
  • La creatividad pasa por diferentes fases. No se puede producir una versión acabada en un solo paso. Ignorarlo puede llevar a la persona a pensar que no tiene ninguna capacidad creativa.

Aprender / Enseñar a ser creativo

Estoy leyendo “Busca tu elemento” escrito por Ken Robinson. Aquí os dejo algunas ideas extraídas de este libro sobre las que poder reflexionar.

  • Los sistemas educativos actuales no fueron diseñados para enfrentarse a los retos que hoy tenemos delante. Se desarrollaron para satisfacer las necesidades de una época anterior. No basta con reformarlos: hay que transformarlos.
  • Concebir la educación como preparación para algo posterior puede obviar el hecho de que los primeros dieciséis o dieciocho años de la vida de la persona no son un ensayo. Los jóvenes viven la vida ahora.astronauta en el espacio
  • Copérnico, Galileo y Kepler no resolvieron un nuevo problema: se hicieron una nueva pregunta.
  • Nuestras ideas nos pueden esclavizar o liberar. Algunas personas nunca realizan la transición y siguen habitando en la antigua visión del mundo: su zona de comodidad ideológica.
  • La educación no es un proceso lineal de preparación para el futuro. Su cometido es cultivar los talentos y las sensibilidades con los que podamos gozar de la mejor vida posible en el presente y crearnos un futuro.
  • Si un alumno no aprende no hay educación. La claridad de los objetivos es fundamental.
  • Es posible personalizar el aprendizaje para cada alumno. Una forma de hacerlo es mediante el uso creativo de las nuevas tecnologías.
  • La creatividad es posible en todas las disciplinas, y hay que estimularla en todo el ámbito educativo.
  • La enseñanza para la creatividad implica tres tareas relacionadas: animar, identificar y fomentar.