Cómo influyen las primeras experiencias en nuestra vida

El condicionamiento de la mente de un bebé es el principal factor determinante del carácter de los alcances seleccionados para usar en su vida. El bebé espera ser guiado a través de sus experiencias y recibir una gran cantidad y variedad de señales. Espera, además, que las experiencias que le guían tengan una relevancia directa y utilizable en las situaciones con las que se encontrará mas tarde en la vida.

Cuando sus experiencias posteriores no tienen el mismo carácter que las experiencias que le condicionaron, tiende a influenciarlas para que adquieran aquel carácter, para mejor o para peor. Si está acostumbrado a estar solo, arreglará su vida inconsbebe con padre tocando la guitarracientemente para asegurarse un nivel similar de soledad. Su tendencia a la estabilidad se opondrá a los intentos por parte suya o de las circunstancias a hacer que esté mucho más o mucho menos solo que de costumbre.

Incluso tendrá que mantener un nivel habitual de ansiedad, ya que la pérdida repentina de cualquier cosa sobre la que preocuparse puede causar en él una ansiedad muchísimo más profunda e infinitamente más aguda. Para alguien cuyo hábitat natural está al borde del desastre, un paso agigantado hacia la seguridad le resulta tan intolerable como el cumplimiento de aquello que más teme. Está en juego la tendencia a mantener lo que debió de haber sido el nivel más alto de bienestar establecido en la primera infancia.

Nuestros estabilizadores innatos se oponen a los cambios radicales que afectan a nuestra propia medida del éxito o el fracaso, de la felicidad o infelicidad y a los cambios en general que afectan a nuestras asociaciones establecidas, y a menudo nos descubrimos enfrentándonos a ellos con nuestra voluntad. La voluntad raras veces tiene efecto alguno sobre la fuerza del hábito. Pero a veces son los acontecimientos exteriores los que imponen los cambios. Los estabilizadores equilibran entonces las situaciones que no pueden asimilarse tal como son. Las distracciones, como los agotadores pero familiares problemas pueden mitigar un éxito o un fracaso intolerables.

Texto extraido de:

M. Liedloff; (2003). El concepto del continuum. En busca del bienestar perdido. Tenerife: Editorial OB STARE)