Si quieres lo mejor para tus hijos, será mejor que no lo hagas

Devolverle una imagen negativa

  • Criticarles generalizando (“siempre dejas todo tirado”, “nunca haces caso”, “todo te da igual”…).
  • Prestar atención selectiva a lo negativo.
  • Etiquetar (torpe, inútil, vago…).
  • Utilizar un lenguaje peyorativo (ironías, ridiculizaciones y humillaciones).
  • Amenazar (y menos con no quererle o abandonarle).
  • Comparar.
  • Ignorar.
  • Engañar.

Sobreprotegernino con chaleco y perro

  • No dejarles actuar solos.
    • Por falta de tiempo.
    • Por librarles de esfuerzos y sacrificios.
    • Por identificarnos con sus logros y fracasos (“hemos aprobado”, “hemos suspendido”).
  • Pretender enseñar responsabilidad quitándola.

 

“Sobreexigir”

  • Exigirles demasiado para su edad.
  • Responsabilizarles de nuestros errores y de nuestras emociones.
  • No permitirles cometer errores, exigir perfección.
  • Pedirles que hagan cosas que ni nosotros somos capaces de hacer: controlar la ira, ser generoso…
  • Pedirles que hagan cosas que solo ocurren de manera espontánea, porque es imposible que las hagan y se bloquearán.
    • Decirles cómo se tienen que sentir: (“no llores”, “quita esa cara de cabreo”, “no te enfades”)
    • “Duérmete”.
    • “Sé simpático, gracioso y espontáneo”.
    • “No seas tímido”.