Según Bruner: ” la intervención de los adultos debe consistir en facilitar las condiciones que permitan el juego, en estar a disposición del niño, no dirigir ni imponer el juego.”
Borja Solé plantea que las funciones del adulto respecto al juego del niño son las siguientes:
- Atender a los niños en su normalidad y /o diversidad.
- Favorecer una actitud de participación activa de todos los niños en la actividad lúdica.
- Analizar críticamente los juegos, juguetes, materiales lúdicos, espacios y situaciones de juego.
- Colocar y mantener los juguetes.
- Preparar y organizar los espacios, materiales y tiempo.
- Explicar el desarrollo y reglas del juego.
- Observar la actividad lúdica.
- Crear un clima de amistad y de confianza.
- Resolver los posibles conflictos que se produzcan.
En general es conveniente que los padres y madres puedan:
- Dedicar un tiempo diario a jugar con sus hijos. Es más importante la calidad que la cantidad.
- Proporcionar a los niños los medios necesarios para que el juego sea un tiempo de disfrutar.
- Permitirles investigar, descubrir, tocar y explorar lo que les rodea, facilitarles la diversión y participación activa en la elección de los juegos y sus reglas en función de su edad.
- Primar los intereses del niño, no hay que imponer nada.
- Empezar el juego contándole en qué consiste la actividad, utilizando un tono motivador y demostrando atención e interés.
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Virginia Romero, Montse Gómez (2003): “Metodología del Juego”. Editorial Altamar, Barcelona.