El primer año de vida se caracteriza por los grandes avances en todas las áreas del desarrollo. Las actividades predominantes serán las sensoriales y las motrices.
En unos pocos meses el niño pasará de un actividad refleja a un control voluntario de movimientos.
- Aproximadamente, a los ocho meses empezará a utilizar la pinza para asir objetos, a los nueve gateará y antes de cumplir el año quizás ya esté dando sus primeros pasos y diciendo unas palabras.
Todas las destrezas, por pequeñas que parezcan, estarán vinculadas unas con otras. Esto será especialmente cierto en el primera año de vida, durante el cual, no será posible diferenciar la maduración cognitiva de la motriz.
- Aprenderá por imitación, se ampliará su capacidad de memoria y aparecerán las nociones de permanencia de objetos y de causa efecto.
Formar vínculos afectivos seguros, conocerse, confiar en sus propias potencialidades, tener suficiente seguridad personal para tomar la iniciativa y saber relacionarse con el mundo y creer en él, son los principales aspectos que el niño deberá empezar a cimentar desde que nace.
Los vínculos seguros serán siempre una condición necesaria para el desarrollo de una personalidad armónica y feliz.
VVAA. (2003):“Autonomía personal y salud”. Editorial Altamar, Barcelona. J. Palacios (1990): “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza Psicología M.C. Ordoñez Legarda,A. Tinarejo Miketta: “Estimulación temprana: Inteligencia emocional y cognitiva” Tomo I de 0 a 1.