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El bebé y su cerebro: temperamento personal y la influencia de los padres

Aunque el bebé es una criatura inmadura en muchos aspectos, sus células están programadas para poder llegar a desarrollar una vida compleja.

  • Cada bebé tiene un mapa genético que es único y personal, y que puede activarse mediante la experiencia; ya en las primeras semanas puede hacerse aparente su temperamento personal.
  • Algunos bebés nacen con más sensibilidad a los estímulos y reaccionan a ellos con más facilidad, y diferentes bebés tienen diferentes umbrales y diferentes maneras de responder, lo que les hace distintos unos de otros.
  • Estas circunstancias pueden sorprender a los progenitores o cuidadores, cada uno de los cuales posee también su propia personalidad.
    • Una madre sensible y delicada puede dar a luz a un niño robusto, enérgico y menos sensible que ella, pudiendo tener sensación de que le cuesta sintonizar con él, incluso llegar a la conclusión de que es un bebé muy difícil de calmar si se lo llevan a cualquier sitio.

monosLos investigadores han llegado a la conclusión de que aún el bebé más difícil e irritable puede hallar su equilibrio si sus padres son receptivos y saben adaptarse a sus necesidades. Incluso algunos dudan de que, en las primeras semanas de vida, pueda decirse de un bebé que es “muy difícil”, y sugieren  que esta consideración depende, en gran parte, de la percepción del progenitor; sugieren también que esta manera de reaccionar del bebé se establece a lo largo del primer año de vida del bebé.

  • En este sentido, los bebés difíciles puede que lo sean debido a que la respuesta emocional de los progenitores es deficiente.
  • En todo caso, las dificultades en el temperamento no son pronóstico de un futuro negativo, aunque cuando más sensible es el bebé, mayor riesgo existe de que su desarrollo sea deficiente si los progenitores fracasan en adaptarse a sus necesidades específicas.

( Fragmento extraido de: Gerhardt, S.; (2004). El amor maternal: La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional del bebé. Barcelona: Editorial Albesa, S. L.)

El bebé y su cerebro: Volviendo a los comienzos

Existe algo muy poderoso en el comienzo de nuestras vidas que la teoría del caos puede ayudar a explicarnos. Según dicha teoría, pequeñas diferencias al comienzo de un proceso pueden dar lugar a la existencia de enormes diferencias en el resultado final.

  • El neurocientífico Doug Watt se refiere a estas primeras etapas como “ni recordables ni olvidables” (2001, pág. 18).
    • Se refiere a que nosotros no podemos recordarlas conscientemente, pero tampoco podemos olvidarlas ya que forman parte de nuestro organismo y modelan nuestras expectativas y nuestra conducta.

Muchos aspectos de las funciones corporales y del comportamiento emocional se van moldeando bajo la influencia de la interacción social.

  • Por ejemplo, el bebé que no recibe los cuidados adecuados desarrolla una respuesta al estrés más intensa y también patrones bioquímicos diferentes, si lo comparamos con el bebé cuidado de manera adecuada.

Peter Fonagy, un investigador importante en el campo del apeTripa de embarazadago temprano, describe el cerebro como un “órgano social”.

  • No es estando aislados sino mediante el intercambio con otras mentes, que nuestras propias mentes se desarrollan y nuestras emociones se organizan.
  • Ello significa que las fuerzas invisibles que moldean las respuestas emocionales durante nuestra vida, no son principalmente nuestras pulsiones biológicas sino los patrones de la experiencia emocional que se establecen mediante los intercambios con las otras personas, sobre todo los que tienen que tienen lugar en la infancia.
    • Dichos patrones no son inmutables pero, al igual que los hábitos, son muy difíciles de cambiar una vez ya establecidos.

( Fragmento extraido de: Gerhardt, S.; (2004). El amor maternal: La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional del bebé. Barcelona: Editorial Albesa, S. L.)