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Clasificando emociones

“Sólo hay dos emociones básicas: una es el miedo, la otra es el amor.”
Wayne Dyer


Han sido muchas las formas de clasificar las emociones y ninguna ha sido la
definitiva. Ni siquiera hay consenso entre los autores a la hora de decir cuáles son las
emociones básicas.


Una clasificación que me gusta mucho, aunque no me convence completamente,
es la que plantea Rafael Bisquerra en un proyecto precioso llamado “Universo de
emociones”
(2016). Utilizando la metáfora del universo, traza constelaciones, galaxias y
demás cuerpos astrales para materializar algo tan intangible como lo que sentimos. Puedes ver este precioso proyecto en su web https://universodeemociones.com/

Este universo tiene de dos grandes constelaciones:
Constelación de las emociones negativas: miedo, ira, tristeza (con asco y
ansiedad).
Constelación de las emociones positivas: alegría, amor y felicidad.
A mí me gusta más hablar de emociones agradables y desagradables. Si tratamos
como negativas emociones como el miedo, la ira, la tristeza, el asco y la ansiedad
corremos el riesgo de luchar contra ellas e intentar aniquilarlas, cuando en realidad, son
imprescindibles para nuestra supervivencia y bienestar, aunque no nos gusten.

Las galaxias de las emociones negativas son:

man in black jacket and blue denim jeans standing near black telephone booth during daytime

Miedo: temor, horror, pánico, terror, pavor, desasosiego, susto, fobia, etc.
Ira: rabia, cólera, rencor, odio, furia, indignación, resentimiento, aversión,
exasperación, tensión, excitación, agitación, acritud, animadversión, animosidad,
irritabilidad, hostilidad, violencia, enojo, celos, envidia, impotencia, desprecio,
antipatía, resentimiento, rechazo, recelo, etc.
• Tristeza: depresión, frustración, decepción, aflicción, pena, dolor, pesar,
desconsuelo, pesimismo, melancolía, soledad, desaliento, desgana, morriña,
abatimiento, disgusto, preocupación, etc.
• Asco: aversión, repugnancia, rechazo, desprecio.
Ansiedad: Angustia, desesperación, inquietud, inseguridad, estrés, preocupación,
anhelo, desazón, consternación, nerviosismo.

Las galaxias de las emociones positivas son:

girl with paint of body

Alegría: entusiasmo, euforia, contento, deleite, diversión, placer, estremecimiento,
gratificación, satisfacción, capricho, éxtasis, alivio, regocijo, humor.
Amor: aceptación, afecto, cariño, ternura, simpatía, interés, cordialidad, confianza,
amabilidad, afinidad, respeto, devoción, adoración, veneración, enamoramiento,
ágape, gratitud, interés, compasión.
• Felicidad: bienestar, satisfacción, armonía, equilibrio, plenitud, paz interior,
tranquilidad, serenidad, gozo, dicha, placidez, paz interior, etc.
También están las galaxias de las emociones ambiguas que son:
• Sorpresa: sobresalto, asombro, desconcierto, confusión, perplejidad, admiración,
inquietud, impaciencia.
• Emociones sociales: vergüenza, timidez, culpabilidad, vergüenza ajena,
bochorno, pudor, recato, rubor, sonrojo, verecundia.
• Emociones estéticas: son las que se experimentan ante las obras de arte y ante
la belleza.
Ya tenemos muchas palabras para etiquetar lo que sentimos, pero además
tendremos que ser capaces de focalizar y prestar atención para ser capaces de identificar cuál es la emoción que estamos sintiendo.

Para saber más sobre las emociones

Los sentimientos y las emociones son el lenguaje universal que debe ser honrado. Son la expresión auténtica de quiénes somos.” Judith Wright

La mayoría de los expertos que trabajan en el tema de la emoción están de acuerdo en que no es nada sencillo dar una definición definitiva de este fenómeno psicológico.

girl in pink and white polka dot hoodie smiling

Las emociones forman parte de nuestra vida y han jugado un papel imprescindible en la evolución y adaptación de nuestra especie al entorno, sirviéndonos de señal para enfrentarnos a los desafíos presentes en cada hábitat. Nos han servido de brújula, de GPS para saber qué rumbo tomar.

Los seres humanos solo podemos experimentar la vida emocionalmente: “Siento luego existo” (Robert Witkin, 1970). A pesar de todo, nos resulta muy complicado hablar de las emociones a nivel teórico y, en parte, es porque han sido ignoradas por la ciencia hasta hace relativamente poco.

Podríamos definir emoción, como lo hace Rafael Bisquerra en su libro “Educación emocional y bienestar” (2006) como: “Un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan habitualmente como respuesta a un acontecimiento externo o interno.” Y como somos animales sociales: “La emoción concreta que sienta un sujeto dependerá de cómo perciba este sujeto las consecuencias que sobre su supervivencia, bienestar, necesidades, metas y planes pueda tener la conducta de los otros”. (Styker, 2004:3)

En cada emoción podemos diferenciar tres dimensiones básicas: cualidad, intensidad y duración. Y también tres componentes fundamentales: lo fisiológico (lo que siento a nivel corporal), lo cognitivo (lo que pienso) y lo conductual (lo que hago). Ante un acontecimiento interno o externo, el individuo hace una valoración y en consecuencia emite una respuesta fisiológica-cognitivo-conductual que le predispone a una determinada acción.

También podemos diferenciar entre emociones básicas o primarias y emociones secundarias. Paul Ekman (1979) entiende que las emociones básicas son: miedo, ira, tristeza, alegría, asco y sorpresa. Y estas son sus características:

  1. Son universales. Son independientes de la cultura.
  2. Son primitivas tanto en la especie (se observan en otros animales) como en el individuo (se observan en periodos tempranos del desarrollo).
  3. Conllevan expresiones faciales específicas típicas de cada una de ellas.
  4. Van asociadas a diferentes tendencias de actuación, probablemente no aprendidas, que tienen como objetivo hacer frente al suceso desencadenante de la emoción.
  5. Se diferencian entre sí en como las experimenta el cuerpo.
  6. Se basan en sistemas cerebrales especializados y preestablecidos.

Las emociones primarias son la materia prima del resto de emociones. La culpa, la vergüenza, los celos, la envidia, etc. son emociones aprendidas ligadas a la educación y la cultura, y por tanto, son emociones secundarias.

man covering face with both hands while sitting on bench

Y, ¿cuál es la función de las emociones?, ¿para qué nos sirven? Para algunos/as investigadores/as la función principal es la de motivar la conducta. Otros/as se centran más en su función adaptativa. Y también nos sirven para, a través de la comunicación no verbal, comunicarnos con los demás.

Pero las emociones no funcionan de manera independiente y tienen efectos sobre otros procesos mentales. Afectan a la percepción, atención, memoria, pensamiento, la creatividad, etc. Pensar y sentir son inseparables, pensamos sintiendo y sentimos pensando.

Aprendiendo con Chema Alonso sobre tecnología, sociedad y educación

Chema Alonso, es Doctor en Seguridad Informática, Chief Digital Consumer Officer en Telefónica y, sobre todo, conocido por sus trabajos en el mundo del Hacking y la Ciberseguridad. Durante años ha sido un gran divulgador de tecnología, y es reconocido como uno de los mejores Hackers de España. Publica todos los días en su blog “Un informático en el lado de mal” y puedes contactar con él a través de su buzón público en MyPublicInbox.com/ChemaAlonso. Además de todo esto, es “papaete” de dos niñas que también quieren tener TikTok.

¿Como “papaete” te enfrentas a los mismos retos que la mayoría de los padres o por tu trabajo has sido mucho más estricto en la aproximación a la tecnología de tus hijas?

Pues como todos los padres tengo el mismo problema. Mi hija menor quiere ser Youtuber, es fan de Martina, quiere ser cantante y jugar al Among Us el Roblox. Mi hija mayor, que tiene 12 años, quiere tener Instagram, TikTok y un Smartphone para tener WhatsApp y chatear con sus amigas. Supongo que los mismos problemas de todos los padres de esta generación, con la única diferencia de que entiendo muy bien cuáles son los riesgos que hay en estos sistemas.

Por otro lado, yo quiero que la tecnología sea parte de su vida, y desde muy pequeñas intento que sean “Creadoras de tecnología”, y no consumidoras adictas a sistemas de “engagement” que las tengan consumiendo su tiempo con chutes de dopamina basados en complejos algoritmos de gamificación. Desde pequeña a la mayor la he tenido apuntada a programar en Scratch, en Arduino, robótica y ahora está con Python. Para ella es más normal aprender lenguajes de programación porque lo ha visto desde muy pequeña como una disciplina más de su educación en el colegio. Yo empecé a programar con 12 años, y me cambió la vida. Yo quiero darles ese regalo a ellas también.

Pero sé que el mundo que les ha tocado vivir es éste, y no creo en la prohibición total. Desde hace años llevo pidiendo a los educadores de niños que les eduquen sin utilizar reglas de “NO hagas esto…”, así que yo intento educarles en los riesgos y en “Cómo hacerlo”. Pero lo más importante, no las puedes dejar solas, para que se enfrenten a algoritmos de inteligencia artificial que van a encontrar la manera de conseguir que se queden un minuto más conectadas, y que van a ir educándolas anuncio tras anuncio, sin preocuparse de si es bueno para ellas o no. Por eso intento hablar mucho con ellas, explicarles las cosas, y limitarles el uso de la tecnología como usuario.

¿Por qué hiciste una campaña llamada Mujeres Hacker en la que una niña quería ser hacker como su mamá?

Pues mira, porque la sociedad aún empuja a las niñas a no tener ciertas profesiones y me enfada. Me molesta que cuando Google o Microsoft traduzcan Engineer o Judge siempre sea ingeniero y juez, pero cuando se traduce Secretary o Nurse sea secretaria o enfermera (si quieres profundizar puedes leer este post). Tengo una guerra declarada con ello, y creo que las traducciones con asunción de género deberían tener alertas para que mi hija no se vea subliminalmente impulsada a una profesión concreta.

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Cuando mi hija mayor era pequeña le pregunté si quería ser astronauta y me contesto “No, papá, eso es cosa de chicos”, y me enfadó muchísimo. Me enfadó porque mi hija, con 7 años ya había sido condicionada subliminalmente a descartar oportunidades en su futuro por una invisible barrera que aún hay para ellas en la sociedad. Así que decidí hacer la campaña de Mujeres Hacke para dar visibilidad a las grandes mujeres de mi trabajo, e hicimos una campaña de Mujeres en ciencia por Telefónica tanto en blogs como en las oficinas, para que las niñas vinieran a conocer a nuestras grandes creadoras.

https://mujereshacker.telefonica.com/girls-inspire-tech

De hecho, hacemos una jornada que se llama Girls Inspire Tech, en la que nuestras compañeras de Telefónica enseñan cosas de tecnología a niñas de 12 a 16 años para que tengan modelos a quién parecerse.

¿Tiene la tecnología que usamos sesgos de género, al igual que has explicado con el caso de los traductores?

Claro que puede tenerlo. Y claro que lo tiene. Y lo peor es que es muy difícil de detectar porque cuando hablamos de “Machine Learning” es justo eso, una “máquina aprendiendo” y si no tienes cuidado de qué ha aprendido, y qué datos le has dado para enseñarle, luego es muy complicado saber si tiene algún sesgo.

Google está trabajando en una tecnología que se llama TCAV (Testing with Concept Activation Vectors) para saber qué dispara que una inteligencia artificial reconozca a un doctor o a una enfermera en una foto, por ejemplo, y ponía el caso de una IA entrenada que había aprendido que para reconocer que era una persona doctor, tenía que 1) tener bata blanca, 2) estetoscopio al cuello y 3) ser hombre.

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No sabemos cuantos de lo algoritmos que hoy en día se usan en sistemas para dar créditos, para ofrecer trabajos, para aprobar una solicitud, para lanzar una alerta de seguridad o para ponernos una noticia o un anuncio tienen sesgos. Y todos ellos pueden condicionar tu vida sin saberlo. Esta semana hemos publicado en el blog de un algoritmo de Machine Learning que ha sido entrenado con sesgo de color de piel y cuando despixela fotos – por ejemplo de cámaras de seguridad – aclara la piel. Pero podría ser al revés, y oscurecerlas para hacer que un prejuicio afectara a la vida de las personas de piel más oscura haciéndola parecer siempre “los ladrones”. Y al final solo es un algoritmo de Machine Learning entrenado con sesgos.

Te he oído decir varias veces que tenemos que crear “Tecnología Humanista”, ¿a qué te refieres exactamente con esto?

Sí, lo dije en el discurso cuando me nombraron Doctor Honoris Causa y se lo dije al Senado de Chile cuando me han invitado este mes pasado y sigo pensando en ello. No podemos hacer tecnología que afecte negativamente a la vida de las personas. Ni de muchas ni de ninguna.

Tenemos que cuidarnos de algoritmos de engagement que tienen a los jóvenes conectados durante 36 horas a un juego, o a ludópatas descubiertos por las redes sociales a sufrir acoso de ofertas de juegos online, o premiar a los medios de comunicación con dinero de anunciantes si la noticia se orienta como quiere el anunciante, o hacer tecnología que no proteja los datos privados de las personas, algoritmos que nos cataloguen con algoritmos de Machine Learning para toda la vida sin pensar en nuestras consecuencias, o tecnología que no sea accesible para todos o… El documental de “The Social Dilema” lo explica bastante bien en el caso de las redes sociales, y “El Gran Hackeo” explica la manipulación de las sociedades con los datos, las fake news y las inversiones en anuncios para premiar a los medios con visitas.

Hay tantos puntos en los que la tecnología está afectando ahora a la vida de las personas, que el reto es enorme. Es enorme para los padres, es enorme para los reguladores, y es enorme porque aún no hemos conseguido que haya un debate en sociedad profundo y serio de estas cosas. Aún, para las empresas, el incentivo económico de explotar debilidades humanas es mayor que el de hacer que la vida de las personas sea mejor. Y hay que darle la vuelta.

Yo siempre he defendido que las empresas deben hacer que la vida de las personas sea mejor en las sociedades donde operan, y debe ser exactamente lo mismo con la tecnología. Debe hacer que la vida de las personas que la usan sea mejor, y no peor.

También has defendido “Tolerencia Zero” con los abusones y “colaboradores” pasivos en las redes sociales, ¿a qué te refieres?

El acoso en las redes está popularizado. Pero también en los grupos de WhatsApp. Y creo que si alguien ve que alguien está abusando verbalmente, insultando o acosando a alguien, hay que excluirle.

Yo bloqueo a todo el que veo que insulta o falta al respeto a otro en Twitter, por ejemplo, que se ha convertido en una red social que, por desgracia, atrae a muchos a faltar al respeto de forma rápida y directa. Y no lo entiendo. Pero yo, no pienso ser un “colaborador” pasivo de estos, y los bloqueo a todos. Hacer que tengan un incentivo negativo perdiendo audiencia es algo que ayudará a cambiar la tendencia. Si sigues a cuentas en Twitter que están faltando al respeto a otras, les estás alentando. Así que, yo aplico tolerancia cero para los abusones en las redes sociales.

Te peleaste por conseguir que la Real Academia de la Lengua diera al término Hacker una acepción positiva, y ahora lo define como una persona de altos conocimientos tecnológicos que quiere mejorarla. Aún así, ¿te siguen pidiendo que hackees el WhatsApp o Facebook de la gente?

Sí, por desgracia. Y son muy pesados. Constantemente siguen pensando que un hacker es un cibercriminal, y lo peor es que todos los que buscan contratar un cibercriminal para hackear un WhatsApp, Facebook, Instagram o las notas de la universidad, acaban siendo estafados porque se ha creado un negocio de “falsos hackers” para robarles dinero.

Para mí ser un hacker es empujar los límites de la tecnología, de la ciencia, de las artes, de la sociedad más allá. Eliminar los límites que tenemos ahora y descubrir los siguientes. Es hacer que el camino de mejora continua que hemos de tener como objetivo vital se acelere. Y en mi caso, que trabajo con tecnología, que la tecnología haga que la vida de las personas sea mejor.

También escribes cuentos para tus hijas para mandarles mensajes educativos, ¿no?

Sí, me gusta mucho escribir y desde que son pequeñas, si tenía la ocasión de contarles un cuento, intentaba crear una El Gigante de los Juguetes que les quita todos los juguetes de la habitación y solo les devuelve los que son capaces de recordar, el de Serpentina que es una serpiente en modo de calcetín que se come los pies de las niñas cuando huelen a queso, porque le encantan los quesos olorosos, o las historias del Dragón Matías que hace que le salgan más piernas a la niña en La princesa de 8 piernas por pedir más zapatos de los que necesita. Y el de La hormiga valiente que busca las risas que se han comido las niñas en la tripa.

La verdad es que cada minuto que paso con ellas intento hacerlo sin pantallas, dibujando, escribiendo cuentos, jugando al ajedrez, al futbolín o cachorreando. Crecen muy rápido y luego ya no van a querer que les cuente cuentos.

Y si alguien quiere contactar contigo para consultarte algo, ¿Cómo lo puede hacer?

Tengo un buzón público en MyPublicInbox precisamente para eso. Basta con ir a MyPublicInbox.com/ChemaAlonso . Cualquier persona me puede escribir (menos para hackear el WhatsApp, el Facebook o el Instagram). A mí, y a todos los profesionales que están allí, que hay grandes expertos en muchas otras materias.

Muchas gracias Chema por compartir tu conocimiento y por tu tiempo, sé que estás muy solicitado. Ha sido un placer escucharte.