Para Coopersmith (1967) existen cuatro criterios para que un individuo estructure su autoestima.
- La significación: el grado en que el sujeto se siente cómodo y aceptado por las personas que son importantes para él.
- La competencia o grado que creemos poseer para desempeñar una tarea que consideramos valiosa e importante.
- La virtud o valoración moral o ética que hacemos de nosotros mismos.
- El poder o capacidad que la persona cree tener para controlar su vida e influir en la vida de los demás.
Considerando estos cuatro criterios, los factores que influyen en la autoestima del niño y del adolescente serán:
- La educación familiar: “Los sujetos de autoestima alta coinciden con el perfil de educación familiar de estilo democrático, es decir, sujetos que gozan de un gran nivel de afecto y comunicación al tiempo que padecen grandes exigencias y controles, aunque los mismos sean ejercidos por los padres mediante técnica basadas en el razonamiento y en la explicación, animando a los hijos a afrontar situaciones que exigen esfuerzo mediante la persistencia en la tarea y, desde luego, siempre dentro de la posibilidades del individuo. Por el contrario, los sujetos de autoestima baja correlacionan con estilos de crianza autoritarios, poco afectuosos y casi nula comunicación, acompañado de un alto grado de exigencia y control” (González y Bueno, 2004, p.p. 508).
- El grupo de iguales. La consideración dentro del grupo, es un componente esencial del auto-concepto y, consiguientemente, de la autoestima. La popularidad y la preeminencia dentro de dicho grupo, condiciona la evolución del adolescente. Pero, según parece, aun cuando es importante la opinión de los amigos, no va en detrimento de la influencia que ejercen los padres, cuyo papel sigue siendo fundamental incluso en la adolescencia.
- Los profesores: inciden de forma importante en la configuración del autoconcepto, por ser quienes les evalúan en la escuela y quienes dirigen sus capacidades y contribuyen al desarrollan sus potencialidades.
- Características personales: determinan, en gran parte, el éxito o fracaso de una acción sobre el adolescente. Cualquier tarea tiene efectos distintos según las características personales y sobre la autoestima del sujeto. Porque no todos reaccionan de la misma forma, ni su historial personal es el mismo. Ni, desde luego, sus condicionantes psicológicos.
La inteligencia emocional también correlaciona de manera positiva con el nivel de autoestima en cualquiera de las etapas de la vida. Cuanto más capaces seamos de gestionar nuestras emociones y las de los demás mayor será nuestra autoestima. Si estás interesado en aprender a gestionar tus emociones y las de los demás seguro que te interesa este curso de inteligencia emocional que imparto online: INFORMACIÓN SOBRE EL CURSO, ¡RESERVA TU PLAZA!
Excelente segmento dedicado a la autoestima, muy importante y buenos los tips para asi tenelos en cuenta
Hola, tengo un hijo de 13 años, pre-adolescente, es un chico introvertido, que habla poco en casa, (porque en clase han empezado a llamarle la atención por hablar) no nos cuenta que ha hecho en el colegio y cuando le preguntamos sus padre son monosílabos las respuestas. A mi gustaria que se abriera un poco más a nosotros sus padres porque nuestras conversaciones parecen un interrogatorio. Yo creo que tiene la autoestima un poco baja ¿ Me puedes ayudar? Gracias. Charo
Es lo normal, que un chico de 13 años se abra más a sus compañeros que a sus padres.
Lo que puedes hacer, en lugar de hacerle preguntas, es contarle cosas de ti y hacerle partícipe de algunas decisiones.
En cuanto hable, aunque sean cosas poco relevantes, escúchale activamente.
Muchísimas gracias por tu consulta. Espero haber sido de alguna utilidad.
esta buena
Ayudemos a nuestros hijos porfabor no nadamas pensemos en nosotros
hola